NOTA DE VREDONDOF : A D. Leopoldo "da gusto" leerlo, siempre en clave de humor, siempre claro, siempre concreto, verdaderamente para mi es un placer.
Cuando acabas de leerlo (algunas veces, como hoy), te parece que no te ha aportado nada , y hasta tiendes a SUBESTIMARLO, yo creo que es en funcion de que no escribe como los demas, y por ello tiendes a pensar que es muy cercano y que lo que dice son "perogrulladas".
Y CUAN EQUIVOCADO estoy, el mensaje que envia hoy, es que NADIE SABE POR DONDE VA A SALIR esto, y cuando nadie sabe por donde va a salir .. pues sale PEOR DE LO QUE SE ESPERA.
Mejor seria que se supiera por donde va a salir, ya que asi sabriamos que todo parecido con lo que vaticinan sera pura coincidencia, "usease" que va a salir por cualquier sitio .. y ese sitio hasta podia ser el lado bueno.
En este caso yo estoy de acuerdo con D.Leopoldo , "la COSA" va a salir por el SITIO PEOR.
George Soros es ese señor que es muy listo, que tiene mucho dinero y que, cuando habla, tiembla el universo.
Una de las cosas que ha hecho con su dinero es crear el Institute for New Economic Thinking, o sea, un sitio para ver si se les ocurre algo en cuestiones económicas.
En abril se reunieron en Bretton Woods, en el Mount Washington Hotel, que debe estar bien, con servicio de habitaciones las 24 horas del día.
En Bretton Woods, en 1944, se reunieron bastantes señores para ver cómo reconstruían la economía mundial cuando se acabase la guerra. De aquella reunión salió, por lo que he leído, el Banco Mundial, y también el Fondo Monetario Internacional y un sistema monetario basado en el dólar.
En la reunión del otro día había gente importante y con fama de sesuda, pero, o no tuvieron el día inspirado o es que las cosas están difíciles y a todos nos cuesta encontrar soluciones.
Dicen que las cosas han cambiado mucho desde 1944:
1. La crisis financiera y la recesión se están sintiendo más en los países desarrollados que en los emergentes, que, o no la han notado o la han notado poco.
2. Y si, entre los emergentes ponemos a China, que ha crecido mucho durante la recesión (de los demás), peor todavía.
3. Alguna agencia de calificación de riesgos (una de esas que lo han hecho tan espectacularmente mal) ha amenazado a Estados Unidos con rebajarle la calificación. ¡A Estados Unidos! ¡Qué falta de respeto!
4. En 1944, Estados Unidos y el Reino Unido iban de la mano, de acuerdo en casi todo, y mandaban.
5. Ahora intentan mandar Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Brasil, China, India y alguno más que me dejo, cada uno con su fuerza y cada uno con sus intereses.
6. Y cuando se reúnen, como cada uno piensa en sus intereses, lo cual me parece muy normal, es difícil que lleguen a un acuerdo. Y si llegan, son acuerdos que quedan muy bien, que suenan muy bien, pero que no sirven para gran cosa, porque cada uno va a lo suyo y cuando cada uno va a lo suyo, es difícil que llegue a un acuerdo con los demás.
En España, que está bastante lejos de Bretton Woods, estamos desde hace tiempo en la época del “y tú, más”, o de “la culpa de lo que pasa es tuya, porque cuando gobernabas lo hiciste muy mal y yo, a pesar de lo bien que lo hago todo, no he podido arreglarlo y, peor aún, lo he estropeado todavía más”.
Y decimos -por lo menos, lo digo yo- que toda esta gente que nos gobierna y los que se oponen a los que nos gobiernan son una panda de inútiles.
Seguramente lo son, pero quiero mandarles un mensaje de ánimo, porque a los de Bretton Woods tampoco se les han ocurrido muchas cosas. Por ejemplo, uno de los participantes ha dicho que “la nueva economía funcionará inevitablemente de una manera muy diferente de la vieja”. Y se ha quedado tan pancho.
Pero peor ha sido lo que ha dicho otro: que hemos inventado un sistema en el que China le ha prestado mucho dinero a Estados Unidos para que lo invirtiera en créditos hipotecarios a los ninjas (lo de los ninjas es mío, pero la idea es esa).
Cuando no sabía cómo acabar el artículo, he pasado por delante de un espejo en mi casa, me he visto y me he preguntado: “¿qué hace un chico como tú en este tinglado?”
En primer lugar, un chico como yo tiene que darse cuenta que el tinglado es serio y que los problemicas que leemos en los periódicos (que no me dan dinero para mi autonomía, que hay que bajar el sueldo a los parlamentarios, que Mourinho es un no sé qué, que el gol del Madrid fue/no fue gol, que La Vanguardia sale en catalán y vende mucho, etc) son eso: problemicas. O cosicas.
En segundo lugar, nos tenemos que acabar de enterar que el partido de verdad se juega en otros campos, que, por lo que parece, son campos ignotos, y perdonad la cursilería.
Y. en esos campos hay que estar. Ya estamos. Pero me parece que las cosas de España son muy pequeñitas comparadas con lo que está pasando en el mundo.
Y lo malo es que lo que pasa en el mundo me golpea inmediatamente en San Quirico.
Y si cuando me golpea, el golpe me sorprende criticando al alcalde porque ha estrenado una corbata de tergal y pensando quién le habrá sobornado con esa corbata, igual se me olvida que existe Bretton Woods.
Y puedo distraerme y olvidarme de que hay empresas nuevas que están saliendo a toda velocidad (Facebook, Google y otras parecidas), que tienen un éxito enorme, pero que crean muy pocos puestos de trabajo.
Y como mi preocupación, y la vuestra, son las 4.910.200 personas que están sin trabajo en España, cuando leo lo de Bretton Woods me desmoralizo, porque estos señores tampoco tienen ni idea de lo que hay que hacer.
Y para gente sin ideas, ya tenemos bastantes en España (yo y muchos más).
Pero, a la vez, me entra la moral, porque pienso que en el mundo sí que debe haber trabajo. En el mundo quiere decir en el mundo. Ya sé que hay muchas personas que no están capacitadas para buscar trabajo por el mundo, pero otras sí lo están o, por lo menos, son suficientemente jóvenes para resetearse y lanzarse por ahí.
No me gusta nada lo de la “generación perdida”. Una generación no se pierde a no ser que los que la componen valgan muy poquito, sean muy blandurrios y, al grito de “¡empleo, ya!” esperen a que alguien que valga más y que sea menos blandurrio se juegue su dinero y les contrate.
He dicho muchas veces que esta es una época apasionante. Ya sé (me costó aprenderlo) que ésta es una crisis en L, o sea, hundimiento y tramo largo largo largo con salida lenta lenta lenta. Pero también sé, y también lo he dicho muchas veces, que ese tramo largo es un tramo apasionante, en el que hemos de romper con los viejos modelos (patronales obsoletas, sindicatos obsoletos, entidades financieras de otro siglo, partidos políticos envejecidos…) y hemos de salir, individualmente o en grupo, a comernos el mundo. Y cuando digo el mundo, quiero decir el mundo.
Pero somos nosotros, porque no hay que esperar que nos resuelvan los problemas
1. La Unión Europea, porque no es una, sino dos: los que mandan y los que obedecemos. Y que no me cuenten cuentos, que es así.
2. El G-20, o 21 o lo que sea, porque ya he dicho que cada uno va a lo suyo. Y España, como ya tenemos una silla, la que nos prestó Sarkozy, pues a calentar la silla.
Somos nosotros. Ya sé que a esto le llaman populismo, pero, tal como están las cosas, me fío más de mí que de estos mozos que dicen (ellos) que me representan.
P. S.
1. No es verdad eso de que “Vengo de Bretton Woods”. La que viene es Rana Foroohar, de la revista Time, que dice las cosas que yo copio.
2. Y las copio porque:
a. las entiendo;
b. estoy de acuerdo con ellas.
3. Para rematar el artículo, copio lo que ha dicho Isabel García Pagan, en La Vanguardia: “No son buenos tiempos para quien no sabe adónde va”.
4. Isabel, tienes más razón que un santo.
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