No tan universal
07/02/2009 JOSÉ ÁLVAREZ DE PAZ
ES DECEPCIONANTE el papel secundario, irrelevante y como inducido que le viene correspondiendo en esta crisis a la Unión Europea, que ya venía perdiendo gas con el retroceso del modelo social europeo, con la civilización y mercantilización del derecho laboral, con el debilitamiento del derecho de asilo y otros derechos del menor inmigrante, la pérdida , en fin, de aquella tensión dialéctica que nos llevó a construir Europa, esa ilusión que hoy interesa menos no sé si a la opinión pública o a la opinión publicada, quizá porque no ofrece respuestas a lo que más preocupa a los ciudadanos. Muchos piensan hoy que un Estado federal europeo es una ilusión en vez de dejar de mirarse el ombligo nacionalista del Estado isla, incapaz de llevarnos a alguna parte. Como si la crisis viniera sólo de lejos y no quedara otra que esperar el remedio de donde vino el veneno.
Sorprende la facilidad con la que todos nos vamos apuntado a la crisis, incluidos el sector naval, el turismo de interior y el gremio de la cerrajería, dándole patente de universalidad y contribuyendo a su agravamiento. Tampoco parece que la crisis golpee, hasta ahora, a los millones de funcionarios y pensionistas que tienen garantizado su poder adquisitivo en tiempos de inflación y euribor menguante.
Como no afecta a Cristiano Ronaldo, el futbolista capaz de destrozar un Ferrari en tiempo récord, ni a esos ejecutivos a quienes el presidente Obama llama sinvergüenzas, que tras desatar la tormenta se van de juerga y pasan la factura a los equipos de rescate asignándose primas mil millonarias, ni a los «osos» especializados en olfatear y disfrutar con un 40% de beneficio los mercados en declive. A quienes la crisis golpea de verdad es a los hogares, más de 800.000 entre nosotros, que tienen en paro a todos sus miembros activos, al tercio de parados sin prestaciones, a los jóvenes de la generación Y, nacidos en los 80 y criados en la prosperidad, 315.000 de los cuales ya están en el paro y mientras Zapatero les invita a mirar hacia la formación profesional y el estudio, Rajoy trata de atraerles apelando al sentido cívico y la regeneración moral. O por poner un último ejemplo, a los 3.619 embargados del año pasado que sitúan a Castilla y León entre las tres comunidades con mayor porcentaje de damnificados, algunos se podrían haber evitado con un poco más de espera y discernimiento por parte de las entidades de crédito.