NOTA DE VREDONDOF :
los articulos de D.Leopoldo son de lectura obligada.
Nunca se pierde el tiempo con ellos , sobre todo cuando queremos que nos acerque a la realidad .
Como no tenía nada que hacer, me quedé en San Quirico el día de la huelga. Aproveché para leer periódicos, oír la radio, ver la tele y ponerme un poco al día, para saber si la huelga había sido “no general” (La Vanguardia), “sindical, pero no general” (El Periódico), “un éxito” (Cándido Méndez), una “derrota sindical” (Expansión), o si, como dice Público, “ha roto la barrera del sonido”.
Hoy me he enterado que el éxito de una huelga no se mide por los que participan, sino por las reformas que hará el Gobierno después. Me parece que esto lo ha dicho Ignacio Fernández-Toxo, pero no estoy seguro, porque tantos hablando a la vez me aturrullan un poco.
Para descansar, leo Time y me paro en un artículo sobre el Tea Party, que no es que te inviten a tomar el té, sino que es un movimiento que ha aparecido ahora en Estados Unidos, dentro del Partido Republicano, y que toma su nombre de algo que pasó en Boston en 1773, cuando los bostonianos tiraron al mar no sé cuántos sacos de té en protesta contra Inglaterra.
Lo del Tea Party dicen cosas muy sabrosas:
1. Empiezan citando a Jefferson, tercer Presidente de Estados Unidos, que dijo: “Cuando el pueblo teme al gobierno, hay tiranía. Cuando el gobierno teme al pueblo, hay libertad”. (Resulta que esto no lo dijo Jefferson, pero a los del Tea Party no les importa mucho la exactitud, sino lo que dijo alguien. Además, se han gastado muchos dólares en pegatinas diciendo lo de Jefferson y no las van a tirar a la basura, que no están los tiempos para malgastar el dinero.)
2. Siguen diciendo que, hasta ahora, a los dos grandes partidos americanos sólo les preocupa mantener el poder. Los que gobiernan, porque gobiernan. Los que no gobiernan, porque quieren gobernar y porque, aunque no gobiernen, también tienen su trocico de poder y mal no les va. (Ya sé que se dice “parcela de poder”, pero “trocico” se entiende mejor.)
3. Dicen que los políticos “oficiales”, están liados en una crisis de legitimidad. O sea, que la gente les ve y piensa: “estos pájaros, ¿de qué van? ¿por qué no se irán a su casa?”
4. Dicen que les preocupa que el Gobierno se meta en todo.
Los que no son del Tea Party dicen que estos tíos son unos guerrilleros, que hacen la guerra por su cuenta, y que ponen nerviosos a todos: a los de su partido (los republicanos) porque no dicen lo que hay que decir, y a los demócratas, porque no dicen lo que quieren que digan los republicanos, con lo que tendrán que preparar nuevas respuestas.
Desde hace tiempo, tengo la manía de la revolución civil. Me molesta el ambiente que me rodea y necesito aire fresco, pero fresco de frescura sana, no de frescura de esa que hace que se tengan que organizar macro juicios, con 200.000 páginas de documentos (¿quién se las leerá?), o de frescura a menos nivel, como el tío ese de no sé qué sindicato que, en un alarde de sofisticación, explica cómo hay que romper los retrovisores de los autobuses para que no salgan.
Estoy hasta el gorro de tanto dictadorcete. Los hay a cientos. El pobreFranco, lo repito muchas veces, fue un aprendiz. Estos son mucho mejores, aunque las patochadas que oigo son muy similares a las que oía hace tiempo. Sin ir más lejos, veo que:
1. Josep Maria Álvarez, que trabaja en UGT, ha dicho que “el derecho a no hacer huelga no existe”.
2. José Ricardo Martínez, que también cobra su sueldo en el mismo sindicato, dijo: “nosotros vamos a parar Madrid por las buenas o por las malas”.
Supongo que estos señores han dicho estas cosas después de soplarse un par de tragos de vino, porque si estaban serenos, alguien tendría que decirles algo. (Algo como “búscate otro empleo, majo”.)
Mientras tanto, ¡qué cosas!, Moody´s, la única agencia de calificación de riesgos que no nos había bajado la calificación ( o sea, el rating), va y nos la baja, una semana después de que nuestro Presidente en funciones se reuniera con la flor y nata de los financieros americanos para convencerles de que vamos como un tiro. (No sé si habrá que pedir a la agencia americana que montó la reunión que nos devuelva el dinero, porque los resultados no han sido buenos.)
Me he ido al pueblo de al lado y he tomado un café en el bar. Y me he puesto más nervioso que antes. Me he equivocado. Debía haber pedido té.
P.S.
1. El falso Jefferson habló de cuando el gobierno teme al pueblo y de cuando el pueblo teme al gobierno. No dijo nada de cuando el pueblo no se cree NADA de lo que le dice el gobierno.
2. Alguna vez he hablado de mi amigo sindicalista, que no pertenece ni a UGT ni a CCOO. Tenemos pendiente una comida. Voy a llamarle en seguida, porque cada vez que hablo con él, me parece que es mucho más moderno y más listo que esta cuadrilla de dinosaurios que andan por la calle poniendo silicona en las puertas de los comercios para ayudar al pequeño empresario.
3. ABC dice que, en la manifestación de Madrid, había pancartas que pedían “Zapatero, ¡dimisión!”.
4. No sé quién ha dicho que esto no es para derribar a Zapatero, sino su política. Algo así como si le estuvieran diciendo: “José Luis, sigue sin hacer nada. Tú, a sonreír, que es lo tuyo. De las cosas importantes, que se ocupen otros”.
5. Y para estropearlo más, leo en El Mundo que “los líderes sindicales indultan a Zapatero; los manifestantes, no”.
6. Y, peor aún, en la manifestación de protesta contra Zapatero, hay una bandera republicana, que supongo que también es anticonstitucional. ¿Pero no habíamos quedado que este chico era republicano? ¡Ay, Señor, que le pegan por todas partes!
7. Se lo habrá ganado.
DESDE SAN QUIRICO, Leopoldo Abadía