En 1960, dos años después de que Fidel Castro tomara el poder en Cuba, el gobierno de los EEUU decretó reducir la compra de azúcar cubano Era la respuesta a la expropiación de terrenos y empresas, casas y hoteles que se impuso con la llegada de la revolución. Esas propiedades habían sido adquiridas legalmente por ciudadanos norteamericanos. Luego, en 1962, empezó el bloqueo económico a lo grande con Kennedy.
Desde entonces, el embargo se ha recrudecido con un par de leyes como la Helms Burton y la Torricelli. Según la página web www.cubadebate.cu, hasta 2009 el bloqueo económico a Cuba ha supuesto para el país un coste superior a los 751.000 millones de dólares, medido con la inflación y el precio del dólar. Es la cantidad que Cuba no ha ingresado desde entonces.
¿Y en qué consiste ese bloqueo? Así lo explica la página cubana. “Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde Estados Unidos; no puede utilizar el dólar norteamericano en sus transacciones internacionales o tener cuentas en esta divisa en bancos de terceros países si es un nacional o empresa cubana; ni se le permite tener acceso a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus filiales en terceros países y de Instituciones Internacionales como el Banco Mundial, el FMI o el Banco Interamericano de Desarrollo.
“La vigencia de la Leyes Torricelli y Helms Burton y su aplicación extraterritorial continúa impidiendo el comercio de Cuba con subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros países, así como amenazan y aplican sanciones a empresarios que desean invertir en Cuba, al propio tiempo que dificultan y encarecen la transportación marítima de mercancías entre Cuba y terceros países, al prohibir por 6 meses la entrada en puertos de EEUU a buques que toquen puertos cubanos o transporten mercancías por cuenta de Cuba, o se impide el acceso a buques con tripulantes cubanos aun cuando naveguen con bandera de un tercer país”.
Después de leer eso, ¿es justo seguir imponiendo el bloqueo a Cuba?
Para las personas que hayan sufrido la expropiación, es justo, desde luego. Y entre ellos, muchos españoles que perdieron el fruto de su trabajo en la Perla del Caribe. Hay muchos empresarios que tuvieron que salir de la isla, huyendo de la persecución, y que esperan retornar a sus propiedades, entre ellos los herederos del imperio Bacardí, un antiguo emprendedor catalán.
Pero si con el bloqueo se pretendía doblegar al gobierno cubano, eliminar el marxismo y retornar a la democracia parlamentaria, la respuesta es que no ha sido eficaz. Cuba sigue siendo gobernada por las mismas personas que tomaron el poder en 1958: Fidel y Raúl Castro.
La población de once millones de habitantes ha sufrido desde entonces toda clase de estrecheces. Cartilla de racionamiento, falta de productos básicos, falta de medicamentos… Pero los altos cargos del régimen no pasan las mismas penurias, como suele suceder en todos los casos. Eso demuestra que a quien más ha afectado el embargo económico ha sido al pueblo llano.
¿Que habría pasado en Cuba si no existiese el bloqueo?
No es fácil hacer analisis-ficción, pero dado el historial de fracasos que los gobiernos marxistas han cosechado desde el punto de vista económico, desde Corea del Norte a la Unión Soviética y sus satélites, Cuba no habría sido una excepción.La economía de mercado tiene enormes agujeros, pero la propiedad estatal de los medios de producción ha demostrado ser un agujero negro que devora las fuerzas de un país.
Ahora bien, sin bloqueo, probablemente Cuba sería ahora un país más parecido a China, es decir, con una economía cada vez más abierta, controlada por un gobierno cada vez menos comunista. Y al igual que ha sucedido en China, a medida que el pueblo hubiera mejorado sus condiciones de vida gracias a la libertad de mercado, habría exigido un cambio de régimen, solapada o abiertamente.
La diferencia es que Cuba no es China. Occidente ha sido muy generoso con la dictadura china por puros motivos comerciales: compraba barato, pero también se le hacía la boca agua con un país de1.300 millones de consumidores. Se han callado ante las violaciones de los derechos humanos, mientras hubiera de por medio un gran contrato para vender aviones.
En Cuba, los organismos internacionales y los gobiernos habrían tenido menos prejuicios, y habrían presionado al gobierno cubano para acelerar la libertades básicas. Y quizá hoy los cubanos estarían celebrando su libertad, y los Castro serían un mal recuerdo.
Desde entonces, el embargo se ha recrudecido con un par de leyes como la Helms Burton y la Torricelli. Según la página web www.cubadebate.cu, hasta 2009 el bloqueo económico a Cuba ha supuesto para el país un coste superior a los 751.000 millones de dólares, medido con la inflación y el precio del dólar. Es la cantidad que Cuba no ha ingresado desde entonces.
¿Y en qué consiste ese bloqueo? Así lo explica la página cubana. “Cuba continúa sin poder exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde Estados Unidos; no puede utilizar el dólar norteamericano en sus transacciones internacionales o tener cuentas en esta divisa en bancos de terceros países si es un nacional o empresa cubana; ni se le permite tener acceso a créditos de bancos en Estados Unidos, de sus filiales en terceros países y de Instituciones Internacionales como el Banco Mundial, el FMI o el Banco Interamericano de Desarrollo.
“La vigencia de la Leyes Torricelli y Helms Burton y su aplicación extraterritorial continúa impidiendo el comercio de Cuba con subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros países, así como amenazan y aplican sanciones a empresarios que desean invertir en Cuba, al propio tiempo que dificultan y encarecen la transportación marítima de mercancías entre Cuba y terceros países, al prohibir por 6 meses la entrada en puertos de EEUU a buques que toquen puertos cubanos o transporten mercancías por cuenta de Cuba, o se impide el acceso a buques con tripulantes cubanos aun cuando naveguen con bandera de un tercer país”.
Después de leer eso, ¿es justo seguir imponiendo el bloqueo a Cuba?
Para las personas que hayan sufrido la expropiación, es justo, desde luego. Y entre ellos, muchos españoles que perdieron el fruto de su trabajo en la Perla del Caribe. Hay muchos empresarios que tuvieron que salir de la isla, huyendo de la persecución, y que esperan retornar a sus propiedades, entre ellos los herederos del imperio Bacardí, un antiguo emprendedor catalán.
Pero si con el bloqueo se pretendía doblegar al gobierno cubano, eliminar el marxismo y retornar a la democracia parlamentaria, la respuesta es que no ha sido eficaz. Cuba sigue siendo gobernada por las mismas personas que tomaron el poder en 1958: Fidel y Raúl Castro.
La población de once millones de habitantes ha sufrido desde entonces toda clase de estrecheces. Cartilla de racionamiento, falta de productos básicos, falta de medicamentos… Pero los altos cargos del régimen no pasan las mismas penurias, como suele suceder en todos los casos. Eso demuestra que a quien más ha afectado el embargo económico ha sido al pueblo llano.
¿Que habría pasado en Cuba si no existiese el bloqueo?
No es fácil hacer analisis-ficción, pero dado el historial de fracasos que los gobiernos marxistas han cosechado desde el punto de vista económico, desde Corea del Norte a la Unión Soviética y sus satélites, Cuba no habría sido una excepción.La economía de mercado tiene enormes agujeros, pero la propiedad estatal de los medios de producción ha demostrado ser un agujero negro que devora las fuerzas de un país.
Ahora bien, sin bloqueo, probablemente Cuba sería ahora un país más parecido a China, es decir, con una economía cada vez más abierta, controlada por un gobierno cada vez menos comunista. Y al igual que ha sucedido en China, a medida que el pueblo hubiera mejorado sus condiciones de vida gracias a la libertad de mercado, habría exigido un cambio de régimen, solapada o abiertamente.
La diferencia es que Cuba no es China. Occidente ha sido muy generoso con la dictadura china por puros motivos comerciales: compraba barato, pero también se le hacía la boca agua con un país de1.300 millones de consumidores. Se han callado ante las violaciones de los derechos humanos, mientras hubiera de por medio un gran contrato para vender aviones.
En Cuba, los organismos internacionales y los gobiernos habrían tenido menos prejuicios, y habrían presionado al gobierno cubano para acelerar la libertades básicas. Y quizá hoy los cubanos estarían celebrando su libertad, y los Castro serían un mal recuerdo.