Esta mañana, se ha hecho público el informe de Competitividad Mundial 2010-2011 que dirige el economista catalán Xavier Sala i Martín. Los países más competitivos del mundo son Suiza, Suecia, Singapur, EEUU, Alemania, Japón, Finlandia, Holanda, Dinamarca y Canadá.
España es el país que ha perdido más puestos en la lista de los primeros 50 países más competitivos. Ocupamos la plaza 42 (antes 33). No es que vayamos marcha atrás, sino que vamos en caída libre. Hemos perdido nueve puestos.
Siempre que veo este informe o informes parecidos, me pregunto cuáles son los criterios de la competitividad (palabra larguísima). Este informe del World Economic Forum afirma que hay 12 pilares necesarios para ser un país destacado. Es la fórmula mágica. Debería ser la guía de todo gobierno. Bastaría copiarlos y ya está: adiós hambre, adiós, problemas, viva la riqueza. Quien no cumpla estas doce reglas se convertirá en un país sin futuro. Es la fórmula para ser una país desgraciado.
Estos son los pilares:
1 Instituciones.
2. Infraestructuras.
3. Ambiente macroeconómico.
4. Salud y educación primaria.
5. Buena educación y formación.
6. Eficiencia de los mercados de bienes.
7. Eficiente mercado laboral.
8. Desarrollo de mercados financieros.
9. Preparación tecnológica.
10. Tamaño del mercado.
11. Sofisticación de los negocios.
12. Innovación.
Sala i Martín afirma que la interrelación de estos doce pilares es lo que hace que un país sea más o menos competitivo. Cualquier debilidad en una de estas áreas afecta a la otra.
¿Qué echo de menos? Creo que se le ha olvidado algo: el cumplimiento de la palabra. El mundo de los negocios vive del cumplimiento. Eso incluye los contratos firmados y a sus cláusulas, ya sea para hacer negocios o para trabajar. Pero sobre todo el valor que un pueblo da a sus compromisos, cualquiera que sea: de padres a hijos, de hermanos a hermanos, de alumnos a profesores, de amigos a amigos. Supongo que Sala i Martín lo incluye en la educación o en las instituciones. Aun así, creo que habría que crear el pilar 13. Cumplimiento de la palabra dada.
Creo que en la mayoría de esos países, la eficiencia tiene una relación muy estrecha con el cumplimiento de la palabra, tanto en los negocios, en la política o a escala personal.
Si se aplica esta regla a la caída de España entonces significaría que hemos perdido incluso nuestra capacidad para afrontar nuestros compromisos. Nos hemos comvertido en un país menos serio. Más frívolo.
Los doce pilares de la tierra o la fórmula para ser un país desgraciado
España es el país que ha perdido más puestos en la lista de los primeros 50 países más competitivos. Ocupamos la plaza 42 (antes 33). No es que vayamos marcha atrás, sino que vamos en caída libre. Hemos perdido nueve puestos.
Siempre que veo este informe o informes parecidos, me pregunto cuáles son los criterios de la competitividad (palabra larguísima). Este informe del World Economic Forum afirma que hay 12 pilares necesarios para ser un país destacado. Es la fórmula mágica. Debería ser la guía de todo gobierno. Bastaría copiarlos y ya está: adiós hambre, adiós, problemas, viva la riqueza. Quien no cumpla estas doce reglas se convertirá en un país sin futuro. Es la fórmula para ser una país desgraciado.
Estos son los pilares:
1 Instituciones.
2. Infraestructuras.
3. Ambiente macroeconómico.
4. Salud y educación primaria.
5. Buena educación y formación.
6. Eficiencia de los mercados de bienes.
7. Eficiente mercado laboral.
8. Desarrollo de mercados financieros.
9. Preparación tecnológica.
10. Tamaño del mercado.
11. Sofisticación de los negocios.
12. Innovación.
Sala i Martín afirma que la interrelación de estos doce pilares es lo que hace que un país sea más o menos competitivo. Cualquier debilidad en una de estas áreas afecta a la otra.
¿Qué echo de menos? Creo que se le ha olvidado algo: el cumplimiento de la palabra. El mundo de los negocios vive del cumplimiento. Eso incluye los contratos firmados y a sus cláusulas, ya sea para hacer negocios o para trabajar. Pero sobre todo el valor que un pueblo da a sus compromisos, cualquiera que sea: de padres a hijos, de hermanos a hermanos, de alumnos a profesores, de amigos a amigos. Supongo que Sala i Martín lo incluye en la educación o en las instituciones. Aun así, creo que habría que crear el pilar 13. Cumplimiento de la palabra dada.
Creo que en la mayoría de esos países, la eficiencia tiene una relación muy estrecha con el cumplimiento de la palabra, tanto en los negocios, en la política o a escala personal.
Si se aplica esta regla a la caída de España entonces significaría que hemos perdido incluso nuestra capacidad para afrontar nuestros compromisos. Nos hemos comvertido en un país menos serio. Más frívolo.
Los doce pilares de la tierra o la fórmula para ser un país desgraciado
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Publicado por VRedondoF para PyM el 9/09/2010 06:57:00 PM