Una cosa es tener dinero para fichar a Cristiano Ronaldo y otra muy distinta conseguir que meta goles. Igual pasa en la educación: un buen sistema educativo no se construye a base de talonario, sino de ideas y sentido común. A pesar de lo que digan los tecno-burócratas de la OCDE.
Coincidiendo con el comienzo del curso académico, la OCDE acaba ha presentado la edición 2010 de su tradicional informe “Education at a glance 2010“. Siendo la OCDE un organismo multinacional dedicado sobre todo al análisis y predicción económicos, es lógico que destine parte de sus recursos al análisis de la educación, pues las personas son el fundamento de cualquier actividad económica. Y de la calidad de su educación depende la calidad de su economía.
Pero la educación no es exclusiva, ni siquiera fundamentalmente, un problema económico. Al fin y al cabo, en términos económicos España está casi en la media de la UE: el 4,3 por ciento del PIB (43.000 millones), pero en términos de resultados, es decir de conocimiento de los alumnos, el sistema español está muy por debajo, según el Informe Pisa, otro anuario internacional de prestigio dedicado a analizar la calidad del sistema educativo en los diferentes sistemas europeos.
¿Por qué dedicando a educación tanto dinero como la media de la UE los resultados están muy por debajo?. Porque, una vez más, no existe una política educativa derivada de la observación de la realidad: la autoridad de los profesores frente a alumnos y padres; la libertad de los padres para decidir sobre la educación de sus hijos (libre elección de colegio y determinación del ideario del mismo); la calificación y clasificación de los colegios según el nivel de conocimiento de sus alumnos; el compromiso efectivo de los padres con la educación de sus hijos; la adecuación de la oferta educativa a las necesidades empresariales y sociales (¡ay la formación profesional!, ¡ay la importación de médicos sudamericanos porque la universidad española no ofrece plazas suficientes!)…
Todos estos problemas, y otros no mencionados, sin resolver, ofrecen un panorama educativo desolador, que está mucho más allá de los recursos materiales dedicados a esa misión fundamental de cada familia y de la sociedad en su conjunto. En fin, algo muy español: discutir sobre la lengua vehicular de la enseñanza en algunas comunidades autónomas, cuando los alumnos españoles son los que menos horas lectivas dedican al conocimiento de una lengua extranjera.
España no necesita mas dinero para educacion
de Jose María García-Hoz de Jose María García-Hoz