La corrupción sigue viva
Después de las últimas reuniones en Bali para ver cómo los países iban a impulsar su implementación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC), vemos que poco o nada se ha avanzado.
Transparency International, con otros, han tachado los resultados de estas reuniones como un fracaso total, llevándonos a cuestionar el deseo real de los países de resolver este problema.
Entiendo que muchos líderes de los países pobres no quieran mucha implementación de esta Convención. Al final son ellos y sus amiguetes los que se benefician de las actividades corruptas y de los sobornos. También entiendo que los criminales quieran mantener la situación como está, así pueden continuar en sus caminos alegres de saltarse las leyes a su antojo.
También entiendo que las empresas multinacionales que no son muy competitivas quieran continuar con el sistema actual. Así, aunque no sean competitivas, pueden ganar contratos suntuosos en países menos desarrollados, sólo con pagar las comisiones necesarias a los enchufados bien situados en estos países.
Lo que no entiendo es que los países ricos quieran que continúe la situación actual, pronunciándose mucho eso si, ya que sus empresas profesionales, eficientes y éticas son las que más pierden con el sistema actual.
Ya es hora de que los países ricos se pongan firmes con esto y, no sólo eso, paguen a los países pobres para incentivarles a llegar a un acuerdo limpio y digno para todos.
Como siempre, debemos esperar más bonitas palabras y poca acción.