A Rajoy le engañan con las estadísticas los de su propio partido
@Carlos Sánchez.- 18/02/2008 06:00hSólo la inmediatez de las elecciones generales puede explicar la insensata actitud del Partido Popular a la hora de cuestionar el trabajo estadístico de organismos oficiales como el Instituto Nacional de Estadística o los servicios públicos de empleo, donde las comunidades autónomas, por cierto, comparten mesa y mantel con la Administración Central del Estado.
Criticar y hasta cuestionar es un ejercicio de salud mental. Por ejemplo, es de recibo que alguien ponga en entredicho la metodología con la que se elabora el IPC al excluir el gasto de las familias en vivienda. O, incluso, parece razonable pensar que el criterio para excluir a casi un millón de personas del paro registrado es excesivamente restrictivo. Es más, también se puede cuestionar que alguien por trabajar apenas unas horas al mes pueda considerarse ocupado, como hace la EPA. Pero de ahí a lanzar sombras de dudas sobre la forma de elaborar las estadísticas oficiales es algo más que una frivolidad sólo entendible en términos electorales.
Al PP le ha llamado la atención que el crecimiento intertrimestral de la economía haya repuntado del 0,7% al 0,8% entre el tercer y cuarto trimestre, lo que contradice, en principio, el hecho de que la tasa interanual del PIB haya pasado del 3,8% al 3,5%. La explicación es muy sencilla: tiene que ver con la forma de presentar el INE las cifras de la Contabilidad Nacional, que se elaboran en términos de ciclo-tendencia, lo que aplana las series y evita cambios bruscos como en EEUU, donde el PIB da unos saltos brutales entre un trimestre otro. Como se sabe, las cifras intertrimestrales incorporan una gran erraticidad, y de ahí que algunos institutos de estadística prefieran hablar en términos interanuales. Puede discutirse la metodología, pero hablar de "maquillaje" es un auténtico despropósito.
A no ser que este epíteto también se incluyan a los correligionarios y ardientes defensores del candidato Rajoy a las elecciones. En la Alemania de Merkel, el PIB intertrimestral del cuarto trimestre de 2007 creció un 0,3%, cuatro décimas menos que el mismo periodo de tiempo del año anterior. La tasa interanual, sin embargo, pasó 2,5% al 1,8%, un recorte claramente inferior a lo que indicaría la tasa intertrimestral.
En la Francia de Sarkozy las cosas son todavía más paradójicas. Su economía creció un 0,8% entre julio y octubre en términos intertrimestrales, y un 0,3% en el último trimestre del año. Como se ve, una notable caída, pero el INE francés ha dado un perfil tan suavizado sobre el crecimiento económico que en España hubiera causado una gran polvareda de la mano del PP. El PIB de Francia ha pasado de crecer un 2,2% al 2,1%; como se ve, nada del otro mundo, pese a lo que se podía prever de la tasa intertrimestral. Que se sepa, nadie en Francia ha acusado a los técnicos de Sarkozy de meter mano en la caja de las estadísticas, ni tampoco en Alemania. Se puede discutir si la metodología es la adecuada, pero hablar de fraude es algo así como pasarse varios pueblos.
Y qué decir de las cifras del paro registrado. Es evidente que el ministro Caldera no es el mejor espejo en el que mirarse, pero de ahí a poner en entredicho el sistema de medición del desempleo va un trecho. En los últimos diez años, el paro registrado en febrero ha caído en ocho ocasiones, y por eso no sería nada extraordinario que en 2008 sucediera algo similar. El PP, sin embargo, se ha encargado de descalificar la cifra que finalmente salga, por lo que, cuando sea pública, estará ya bajo sospecha de la opinión pública.
No es que Caldera haya hecho las cosas bien. El hecho de que ni los sindicatos ni los empresarios conocieran los cambios metodológicos -verdaderamente irrelevantes- pone de manifiesto la política del ocultismo que tanto le gusta al ministro. Pero, igualmente, de ahí a decir que el paro registrado ha sido maquillado, va contra el sentido común que con tanta buena lógica reclama una y otra vez Rajoy.