El auditor no halla facturas de 1,8 millones que el IVEX pagó por un recital de Julio Iglesias
En el organismo público no hay ni rastro de lo que cobró Midway por el concierto de México, que ni siquiera organizó. Bancaja aportó diez cheques que se transfirieron a Bahamas
El juez que investiga el contrato "b" del IVEX y Julio Iglesias encargó una pericial de gastos por dos recitales: México y Orlando. La auditoría al primero no se ha podido hacer al no haber un solo justificante de los 1,8 millones pagados. En Orlando, el perito ha detectado una factura duplicada de 325.000 dólares.
Francesc Arabí, Valencia
Ni rastro. El auditor tenía intención de seguir la pista del dinero, pero el dinero no ha dejado huellas. Al menos en el archivo de la contabilidad del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX).Y si las hubo se han borrado en estos diez años exactos que han transcurrido desde que el 23 de abril de 1999 Julio Iglesias cantó en el Auditorio Nacional de México. Aquel concierto, el último de los seis que dio el artista en virtud del contrato firmado con la Generalitat de Eduardo Zaplana para promocionar los productos valencianos en el mundo, constituye, junto al recital que un año antes se celebró en Orlando, el epicentro de un escándalo que desde hace 1.720 días está siendo investigado en los tribunales.
Para avanzar en el esclarecimiento de los presuntos delitos de malversación de fondos, falsedad documental y delito fiscal, el juez Luis Carlos Presencia encargó sendos peritajes sobre los gastos de organización de esas dos actuaciones. El informe sobre el concierto mexicano no ha podido realizarse porque en el IVEX no existe ni una factura ni justificante de pago de un solo dólar por aquel concierto. Y ello pese a que por el mismo se abonaron 1.802.434 dólares, entre el 12 de abril y el 27 de julio de 1999. La moneda americana cotizaba a 163 pesetas a principios de julio por lo que la cantidad es prácticamente la misma si se traduce a euros.
Cobrar por no hacer nada
El estropicio en las arcas de la Generalitat, no amparado en facturas, es más grave aún si se considera que ese dinero se pagó a una empresa, Midway International, por realizar unos trabajos de montaje que ni siquiera hizo. Lo dijo la Agencia Tributaria cuando multó al IVEX con 191.000 euros por intentar desgravarse gastos por unos servicios pagados "que no se ha acreditado que se hayan realizado", señaló en el expediente sancionador. Lo corroboró el ex delegado del instituto en México, Vicente Sendra, cuando explicó al juez que no tenía ni idea de quién ni qué era Midway; lo ratificó el representante del Auditorio Nacional donde se celebró el concierto y, para completar el cuadro, lo apuntaló el apoderado de la empresa que realmente organizó el evento, la mexicana Rac Producciones.
Esta promotora de eventos corrió con todos los gastos de organización a cambio de que el IVEX le cediera los derechos de Julio Iglesias y la explotación comercial de la taquilla. Al IVEX le bastaba con que Rac le reservara 300 entradas para invitar a empresarios y compromisos. El trato, sobre el papel, era impecable: a la empresa de espectáculos le salía gratis el artista y al IVEX, el recital. En teoría. Porque mientras ese trato se cerraba en México, en Valencia se ingresaron diez cheques en la cuenta de Midway en el Arab Bank, por 980.321 dólares. Además, otros 822.113 dólares fueron transferidos directamente desde ese mismo banco, del que Midway y el organismo público eran clientes, a la cuenta de UBS en Nassau (Bahamas) número WA356115.000, según publicó este diario. La propia Bancaja aportó al juez resguardos de los cheques.
La investigación se ha centrado en los gastos de organización porque todos los indicios apuntan a que, en el modus operandi, ese capítulo de costes de montaje servía para hinchar facturas o falsificarlas desde el primer dólar y justificar así la salida de dinero público para sufragar la diferencia entre los emolumentos oficiales del cantante (375 millones de pesetas) y los pactados bajo mano (990 millones), como constaba en el contrato "b" revelado por este diario. Pero, además, las cantidades bajo sospecha de los gastos de esos conciertos superan ampliamente esos 615 millones de pesetas.
¿Alguien se llevó comisión por montar el entramado financiero que dio cobertura a la operación Julio Iglesias? ¿Quién estaba detrás de las empresas off shore que facturaban e ingresaban el dinero en cuentas numeradas y secretas en paraísos fiscales? ¿Julio Iglesias en todos los casos, sólo él o alguien más? 4.135 días después de que se firmara el contrato, el juez, el fiscal y la acusación particular, ejercida por el PSPV, se quedan con las ganas de ahondar en el asunto. O puede que precisamente la ausencia de facturas aporte más luz a este farragoso y eterno caso que doscientas cajas llenas de papeles. Porque lo que sí está acreditado es que el dinero salió del IVEX. Y que, como la energía, nunca se pierde. Se transforma. Sólo eso.