, los dos del miercoles 5-9
La legislatura no puede terminar sin que se sepa la verdad del 11-M
Elsemanaldigital.com
5 de septiembre de 2007. Mahmud Slimane Aun, llamado Gabi, es uno de los 28 acusados en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por los atentados del 11 de marzo de 2004. Los magistrados del Tribunal, Javier Gómez Bermúdez, Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás, decidieron ayer concederle la libertad condicional, ya que consideran que no va a ser condenado por delitos de terrorismo sino únicamente por falsificación de documentos. De hecho, fue arrestado acto seguido en virtud de un decreto de expulsión de España al Líbano. Al margen del delito de extranjería, los tres años pasados en prisión preventiva podrían incluso superar la posible pena impuesta a un inmigrante ilegal que, según su abogado, "no tiene relación alguna con los atentados".
Tres años y medio después del mayor atentado terrorista en la historia de España aún no hay nadie condenado en firme por su comisión, lo que es explicable por la complejidad del procedimiento. Pero no tiene demasiadas explicaciones la enorme cantidad de zonas oscuras en la investigación, que dejan sin autores conocidos en el proceso hechos esenciales previos a la explosión de las bombas. La causa en curso debe ser llevada adelante con toda la celeridad posible, pero la incertidumbre crece, por ejemplo, con la liberación de Slimane.
La legislatura que se inició con las elecciones generales del 14 de marzo de 2004 ha estado marcada desde su inicio por los atentados del 11-M. No son necesarias todas las polémicas mediáticas y jurídicas sobre la relación entre las bombas y los resultados electorales, sobre la responsabilidad por omisión o inoperancia de los responsables de seguridad del momento o sobre los defectos de la investigación posterior. El hecho es uno: José Luis Rodríguez Zapatero ha gobernado España con una legitimidad que nadie discute, pero con una obligación política primaria que no ha cumplido, que era y es la detención y entrega a la justicia de todos los responsables y mandantes de los atentados, previo establecimiento de una explicación plausible de todos los hechos. No sólo no se ha hecho así, sino que incluso los acusados empiezan a tener que ser liberados por la justicia antes de la sentencia en primera instancia.
La democracia española será más fuerte si las siguientes elecciones generales llegan con el 11-M en vías inequívocas de resolución, porque ni los políticos ni los resultados tendrán que cargar con el peso de ninguna duda. No es buen síntoma que la única versión ofrecida desde las instituciones empiece a perder piezas como Slimane. Esta cuestión no debe ser nunca motivo de enfrentamiento entre los partidos, pero cualquier Gobierno que tenga España tendrá esta obligación pendiente hasta que se haga la debida luz, con los culpables materiales e intelectuales en la cárcel, los inocentes en la calle y las víctimas
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Enormes minucias
Ahora sí creo en la teoría de la Conspiración… marroquí |
El 15 de marzo de 2004 auguramos que Zapatero se iba a pasar una legislatura intentando hacer olvidar que era presidente del Gobierno sobre 192 asesinados. Él no tiene la culpa, pero no podemos olvidar los hechos: antes del 11-M, 22 encuestas -repito, 22- daban ganador al PP y ninguna al PSOE. Sin embargo, el 14-M se impuso el PSOE y desde entonces no ha dejado de aventajar al PP en las encuestas. La derecha, y en especial dos periodistas, Pedro J. Ramírez -el mismo que se ha empeñado en decirle al PP quien tiene que ser su candidato a La Moncloa, es decir, Rodrigo Rato- y Federico Jiménez Losantos: era ETA, y casi el PSOE, quien estaba detrás del 11-M. La Teoría de la Conspiración se ha mostrado incierta, pero ahora estoy dispuesto a aceptar otra de signo opuesto: la que predica que el 11-M estuvo impulsado desde Rabat, con un Mohamed VIJosé María Aznar sus humillaciones del Perejil. Algunos añaden que a Rabat hay que añadirle París, pero esa es otra historia más compleja. dispuesto a hacerle pagar caro a En cualquier caso, y a la vista del servilismo de ZP con Mohamed VI, uno diría que esta Teoría de la Conspiración bis sí es verosímil. Porque claro, no es normal que el suministro de gas, combustible clave de la vida económica española de hoy, que procede de Argelia en una tercera parte, la más barata, porque la parte del león llega por el gasoducto, se ponga en tela de juicio para contentar a Mohamed VI. Ni tampoco es lógico que se abandone al Polisario, uno de los iconos de la izquierda felipista, o que se al dictador Mohamed VI, empeñado en hacerse con Ceuta y Melilla, en el democratizador de Marruecos, aunque todo el mundo sabe que no es sino el palo en las ruedas de la transición democrática marroquí, un personaje cruel y siniestro donde los haya. La clase empresarial española no comprende el servilismo español hacia Marruecos, y como ZP es sensible al Síndrome de Estocolmo… Sí, es más fácil que Mohamed VI esté relacionado con el 11-M que lo esté ETA. Al menos si hacemos caso a ZP. Porque, de otra forma, no se entiende tanta estupidez. Eulogio López |