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Los últimos alcaldes de Majadahonda, implicados en un pelotazo urbanístico
Los populares lograron convertir una finca de 6.000 metros cuadrados en un centro comercial de 60.000
Los últimos alcaldes de Majadahonda, implicados en un pelotazo urbanístico
ELPLURAL.COM
¿Cuántos alcaldes hacen falta para convertir un terreno de 6.000 metros cuadrados en un centro comercial de 60.000? La respuesta es tres. Al menos es lo que, al parecer, ocurrió en Majadahonda, uno de los ricos municipios del noroeste de Madrid donde el actual regidor, Narciso de Foxá y sus dos antecesores, Guillermo Ortega y Ricardo Romero de Tejada posibilitaron, directa o indirectamente, el milagro de la ampliación del suelo y la construcción del Plaza 2, una enorme superficie comercial que debería inaugurarse en 2010. La artífice y beneficiaria principal de la operación fue la constructora Dico, cuyo ex director general, David Merino, ya había denunciado el contubernio del consistorio majariego. Dico consiguió que el Ayuntamiento eliminara el tope de edificabilidad, y vendió la enorme finca por 61 millones de euros según denuncia esta semana la revista Interviú.
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“En Majadahonda han cobrado el actual alcalde, Narciso de Foxá, y sus dos antecesores, Guillermo Ortega y Ricardo Romero de Tejada” desveló Merino hace tres semanas en una entrevista a la citada revista. Hoy se ha sabido que, a cambio, la constructora se beneficiaba de favores como el de eliminar la normativa urbanística.
El negocio
En 2005, Dico logró evadir el tope de edificabilidad –de 6.000 metros cuadrados- y cerrar un jugoso acuerdo con la Sociedad General Inmobiliaria, a la que vendió 60.000 metros cuadrados por 61 millones de euros para la construcción del centro comercial Plaza 2, situado junto a la M-50. El acuerdo se escrituró en febrero del año pasado, pero ya se firmó el contrato entonces.
Los colaboradores
Quien allanó el camino fue el ex alcalde, Guillermo Ortega de Tejada (2001-2005), (conocido como El rata en la Operación Gürtel) que en el ecuador de su mandato -2003-, acordó la recalificación de la zona conocida como el Carril del Tejar, destinando 220.000 metros cuadrados a uso terciarios (empresas y comercios). Dico se hizo con varias parcelas, incluida la más grande, de 90.000 metros, pero la normativa municipal estipula que las superficies comerciales no pueden superar los 6.000 metros.
Obviando la normativa
Para esquivar este escollo fue necesaria la colaboración del concejal de Urbanismo y sucesor de Ortega en el consistorio, Narciso de Foxá –a la sazón, amigo de infancia de Esperanza Aguirre-. Con Foxá en la alcaldía, en tres meses se consiguió elevar el tope de edificabilidad. Es decir, que en octubre de 2005 la constructora tenía carta blanca para cerrar el trato.
El apoyo indirecto
El tercer artífice de la operación, Ricardo Romero de Tejada, participó de forma más indirecta. El ex regidor y ex secretario general del PP Madrileño obligó a Ortega a colocar al actual regidor, Foxá, como su concejal de Urbanismo. Romero de Tejada también habría estado vinculado al tamayazo. Aunque los hechos nunca se investigaron a fondo por las diversas trabas del PP, en su momento se denunciaron sus lazos con el constructor Francisco Vásquez, que además de recibir varias llamadas de los trásfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, pagó las facturas del hotel en el que se refugiaron tras el escándalo.
Sustitución con disputa
Narciso de Foxá, por su parte, acabó sustituyendo a Ortega en el Consistorio en febrero de 2005. La constructora Dico también pudo estar implicada en el cese de Ortega. “La operación de quitar a Willy y poner a Narciso la hicimos nosotros. A Willy le pusieron un sueldo porque quería contarlo todo” relató Merino. Ortega admitió en junio de aquel año –en declaraciones a la Fiscalía Anticorrupción a las que ha accedido Interviú- que se reunió con la cúpula de Dico para pedirle “su opinión sobre la posibilidad de abandonar el Ayuntamiento”. Según dijo, dejó la alcaldía tras denunciar las irregularidades en la empresa municipal Pammasa (Patrimonio Municipal de Majadahonda S.A.), gestionada por Foxá.
Granados, en auxilio
Tras su abandono, el ex regidor habría exigido “un puesto que no sea de perfil político y con un sueldo equivalente al de alcalde”. Fue Francisco Granados, consejero de Justicia de Aguirre, quién atendió sus deseos colocándole como gerente del Mercado de Puerta de Toledo. Un cargo que tuvo que abandonar, no obstante, por sus vínculos con la presunta trama corrupta que también ha salpicado a Majadahonda. Según las últimas informaciones, la localidad habría otorgado contratos por 3,5 millones de euros a la red empresarial de Francisco Correa.
