@F. Quevedo.- 24/03/2009 06:00h
Días difíciles para el tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas. El hombre que lo sabe casi todo de casi todos se encuentra bajo sospecha en virtud del sumario abierto por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, y por las informaciones que un día sí y otro también ocupan las páginas de los periódicos aireando su patrimonio y su manera de vivir: trajes caros, coches más caros, mayordomo personal, pisos y más pisos pagados al contado… Una vida de lujo aparentemente impropia de lo que antiguamente se consideraba un contable.
Impropia porque Bárcenas no posee fortuna familiar, de donde se desprende que tanto dinero lo ha ido amasando con un trabajo que, según dice en el PP, le supone una remuneración anual de unos 300.000 euros, aunque ha habido gente en Génova 13 que al escuchar la cifra no ha dado crédito. “Demasiado dinero -dice un miembro del Comité Ejecutivo-. El tesorero no puede ganar más que el Presidente Nacional, no es creíble”. Lo cierto es que en Génova 13 no las tienen todas consigo.
Aparentemente, el PP ha corrido un tupido velo sobre el ‘asunto Bárcenas’. No ha despertado la solidaridad que sí ha despertado, por ejemplo, Francisco Camps, y casi nadie se atreve a hacer declaraciones públicas al respecto. Es más, desde que su nombre comenzara a parecer en los medios, Bárcenas ha dejado de tener presencia pública alguna. No es que antes tuviera mucha, pero se le podía ver en las reuniones de los órganos de Dirección. Ahora, ni eso. Génova prefiere que no salga en ninguna foto. Mejor pasar desapercibidos.
Presunción de inocencia
Pero, al margen de esa opacidad en cuanto a la imagen del tesorero, nadie ha decidido nada respecto de su futuro, al menos por ahora. La magnitud de su patrimonio no es motivo suficiente, según fuentes de la Dirección Nacional, para adoptar medidas. “El ha dado sus explicaciones, y mientras no se demuestre lo contrario tenemos que creerlas”, dicen. Es decir, mientras no se demuestre que su patrimonio es fruto de una acción delictiva, el PP no puede hacer nada contra él: “Y son otros los que tienen que demostrarlo”, añaden.
Y es que en Génova saben que si ahora se prescindiera de Bárcenas habría que dar explicaciones que no se tienen: “¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué es rico? No parece un argumento muy convincente”, señalan. Y, sin embargo, una medida en ese sentido tendría otra lectura: “Daría pábulo a infundadas acusaciones de financiación ilegal”, que son las que, según Génova, “el PSOE y el juez quieren hacer creíbles implicando a Bárcenas sin decir por qué lo implican y, lógicamente, no vamos a entrar a ese juego”.
De ahí que, por ahora, la actitud de Génova sea la de mantener a Bárcenas en un segundo e incluso tercer plano, lo más alejado posible de la curiosidad mediática, dedicado a su defensa por sí mismo, sin implicarse la Dirección Nacional demasiado en la misma, y a la espera de que el sumario aclare algo sobre las acusaciones que supuestamente pesan sobre él. Evidentemente, si se le imputa por algo, “entonces se tomará alguna decisión”. Mientras tanto, sigue corrido el tupido velo.