Abajo recopilo una serie de artículos publicados en distintos medios en estos días.
Sigo con la FRASE de "lo que no puede ser , no puede ser , y además es imposible". "no puede ser que tengamos este coste de TV los ciudadanos , NO PUEDE SER , y además es imposible el seguir manteniéndolo".
¡¡¡ YA ESTA BIEN !!!
Que quieren TV publicas para ... para ... vete tu a saber ( al final es para manipularlas el que esta en la burra" ) pues que las financien las TV privadas .
A mi no me vale que las pague telefónica o.. o... que al final las pago yo...
Una TV nacional tipo la 2 y sin publicidad .... pues vale ...pero las autonómicas , la 1 y las municipales ...
¡¡ BAJO NINGUN CONCEPTO!! .
¡¡Abajo las TV publicas a mi cargo !!
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Un pozo sin fondo en plena crisis
El pasado año perdieron 1.586 millones de euros, incluidas unas subvenciones de 813,7 millones. Mantener estas cadenas le cuesta a cada hogar español 110 euros al año
Día 16/11/2010
Las cadenas públicas autonómicas no saben de estrecheces. En lo más crudo de la cruda crisis, el conjunto de estas cadenas tiene presupuestados 1.860 millones de euros, con unas pérdidas de 772 millones, cifra a la que hay que añadir los 813 millones que reciben en concepto de subvención. Además, la deuda acumulada de estos operadores es ya de 1.480 millones de euros, cantidad que sería mucho mayor si se computaran las aportaciones extraordinarias que cada Gobierno regional efectúa bien para enjugar las pérdidas históricas o aportando anualmente recursos para que la deuda no esté asignada de manera específica a la televisión pública.
Durante el ejercicio 2009, las Comunidades aumentaron el dinero que en forma de subvención mantiene en pie a sus radiotelevisiones. La secuencia no deja lugar a dudas: en 2007, las subvenciones fueron de 307,7 millones de euros; en 2008 la cifra se duplicó hasta los 733,7 millones, y el pasado año alcanzó los 813,7 millones, según el informe publicado ayer por Deloitte sobre la TV Pública en España. Estas cadenas aumentaron su generación negativa de efectivo, con 1.212 millones en 2009, un 47 por ciento más que en 2006.
Estas emisoras, al tiempo, han padecido como las que más los efectos de la contracción del mercado publicitario, lo que las hace aún más dependientes de la intervención de los Ejecutivos regionales, En 2009, los ingresos comerciales cayeron en 66 millones de euros, pasando de los 299,8 millones de 2008 a los 233,5 de 2009. Desde 2006, los ingresos por publicidad han bajado un 39 por ciento.
El volumen de estas magnitudes es tal que es preciso efectuar comparaciones para llegar a comprender el alcance del problema: cuando el Gobierno aplicó el tijeretazo al sueldo de los funcionarios el ahorro estimado fue de 4.500 millones, y la congelación de las pensiones a partir de 2011 equivale a 1.530 millones. Con la eliminación del cheque-bebé, el ahorro es de 1.250 millones, cantidad muy inferior al presupuesto de las autonómicas para sólo un curso.
Y el drama no se queda ahí. Las autonómicas han incrementado sus costes de explotación por punto de «share» en 2009 un 2 por ciento respecto al ejercicio anterior, y nada menos que un 34 por ciento en el cuatrienio 2006-2009. Los costes de personal por punto de audiencia aumentaron un 13 por ciento el pasado año.
El lenguaje dispara el gasto
Como conclusión de lo que suponen las autonómicas públicas para los españoles baste recordar que la existencia de estas cadenas le ha costado a cada hogar 110 euros el pasado año, un 5 por ciento más que durante 2008. Como comparación, TVE costó 34 euros.
Como conclusión de lo que suponen las autonómicas públicas para los españoles baste recordar que la existencia de estas cadenas le ha costado a cada hogar 110 euros el pasado año, un 5 por ciento más que durante 2008. Como comparación, TVE costó 34 euros.
Además, los costes se disparan cuando hay que mantener en pie segundos canales en lengua no castellana: el coste bruto por hogar llega a los 233 euros/año, el doble que aquellas que sólo programan en español.
El presidente de Uteca (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas), Alejandro Echevarría, aseguró ayer durante su discurso de la Jornada Anual que «habrá que encontrar una solución similar a la de TVE para la televisión pública autonómica y municipal, que haga duradero a todo el sector, porque la dualidad que hay ahora con una TV pública nacional sin publicidad y otra pública autonómica y municipal con publicidad y generando déficit de explotación, tendrá que sustanciarse en los próximos años».
El consejero delegado de Antena 3, Silvio González, aseguró que «ha llegado el momento de hacer el cambio en las autonómicas y locales públicas», porque «ya se han perdido demasiadas oportunidades»
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Los baleares pagan más del triple por su televisión autonómica que los madrileños
Algunos datos sueltos sobre el coste por hogar de las televisiones autonómicas segúnel Informe Económico sobre la Televisión Pública en España de Deloitte:
- Los baleares (233 €) pagan más del triple que los madrileños (68 €) por su televisión autonómica.
- Los baleares son los que más pagan, por detrás van los vascos (218 €), aragoneses (151 €) y andaluces (135 €)
- Los madrileños son los que menos pagan. Justo detrás van los extremeños (76 €) y los asturianos (79 €)
- Televisión Española tiene un coste por hogar de menos de la mitad que la FORTA (61 € contra 126 €)
- Andalucía aumenta el coste por hogar de su televisión pública un 24% (el que más aumenta) mientras Galicia lo recorta un 17% (el mayor recorte)
- Si miramos quién gobierna en cada comunidad, en la gran mayoría de las comunidades gobernadas por el PSOE aumenta el gasto en televisión pública (Aragón, Asturias, País Vasco, Andalucía, Castilla-La Mancha). Se mantiene igual en Cataluña y sólo desciende en Baleares y Extremadura (además de TVE). En las comunidades gobernadas por el PP, baja (Madrid, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana).
Más información en el artículo: Las cadenas autonómicas cuestan más al espectador que TVE, no bajan su deuda y cada vez necesitan más subvenciones. ¿Tienen futuro? (incluye gráfico con datos exactos de coste por comunidad autónoma y evolución del presupuesto).
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@D.Toledo - 16/11/2010 06:00h
- Los baleares (233 €) pagan más del triple que los madrileños (68 €) por su televisión autonómica.
- Los baleares son los que más pagan, por detrás van los vascos (218 €), aragoneses (151 €) y andaluces (135 €)
- Los madrileños son los que menos pagan. Justo detrás van los extremeños (76 €) y los asturianos (79 €)
- Televisión Española tiene un coste por hogar de menos de la mitad que la FORTA (61 € contra 126 €)
- Andalucía aumenta el coste por hogar de su televisión pública un 24% (el que más aumenta) mientras Galicia lo recorta un 17% (el mayor recorte)
- Si miramos quién gobierna en cada comunidad, en la gran mayoría de las comunidades gobernadas por el PSOE aumenta el gasto en televisión pública (Aragón, Asturias, País Vasco, Andalucía, Castilla-La Mancha). Se mantiene igual en Cataluña y sólo desciende en Baleares y Extremadura (además de TVE). En las comunidades gobernadas por el PP, baja (Madrid, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana).
Más información en el artículo: Las cadenas autonómicas cuestan más al espectador que TVE, no bajan su deuda y cada vez necesitan más subvenciones. ¿Tienen futuro? (incluye gráfico con datos exactos de coste por comunidad autónoma y evolución del presupuesto).
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Las TV autonómicas costaron 1.586 millones entre pérdidas y subvenciones
@D.Toledo - 16/11/2010 06:00h
María Dolores de Cospedalabrió el pasado mes de septiembre la caja de los truenosal proponer la privatización de la televisión pública manchega. “Ahorraríamos hasta 50.000 millones de las antiguas pesetas”, subrayó. Un informe presentado ayer por las cadenas privadas (Uteca) cuantifica el pozo sin fondo que suponen las cadenas regionales. Sin ir más lejos, los trece grupos autonómicos de radiotelevisión perdieron 772,3 millones en 2009, una cifra que se eleva a 1.586 millones -un 5,7% más que el año anterior- si se suman los 813,7 millones percibidos en subvenciones.
“Es el mejor ejemplo de despilfarro público, y el más grave. Es insostenible”, aseguró el consejero delegado de Antena 3, Silvio González, durante su ponencia en la Jornada Anual Uteca 2010. Y dio cifras inquietantes que demuestran que los gobiernos autonómicos parecen no haber echado el freno pese a la crisis económica. Por ejemplo, aseguró que las cadenas autonómicas acumulan una deuda reconocida de 1.480 millones de euros y que, pese a ello, prevén gastar el año próximo más de 1.860 millones. Un montante que supone de media el 1,1% del dinero de que dispondrán sus comunidades autónomas.
“Venden sus espacios publicitarios un 30% más baratos y en la primera mitad del año se han hecho con el 10% de la inversión liberada por TVE en el mercado nacional”, denunció el primer ejecutivo de la cadena de Planeta. También lamentó que pujen con alegría por contenidos premium con dinero público. Y es que las críticas de las televisiones privadas no son inocentes: su siguiente objetivo es absorber también la publicidad de las autonómicas tras lograr el final de la publicidad en TVE. Una meta más que apetecible después de que González admitiera que se han quedado con el 100% del dinero liberado por la televisión pública estatal.
¿Solución para financiar las cadenas regionales? González sugirió que se establezca un canon. “Es hora de que estas otras televisiones, sobre todo las agrupadas en la Forta, salgan de los presupuestos públicos y se financien con una tasa –respaldó Alejandro Echevarría, presidente de Uteca-. No se entiende que se haya establecido un canon digital para subvencionar a las entidades privadas de gestión de derechos de autor y, por el contrario, los políticos no se atrevan a crear el que financie la televisión pública”. El también presidente de Telecinco insistió en que no tiene sentido “una televisión pública nacional sin publicidad y otra pública autonómica y municipal con publicidad y generando déficit de explotación en cada ejercicio”.
Un 26% más en subvenciones
En el caso de RTVE, las subvenciones ascendieron a 547,9 millones en 2009, lo que eleva la cifra de subsidios recibidos por el conjunto de la televisión pública a 1.362 millones de euros, un incremento del 26% respecto al año anterior. “Durante el periodo comprendido desde el ejercicio 2006 hasta la fecha, el incremento total del importe de las subvenciones ha sido del 48%”, reza el informe de Deloitte. Mantener estas cadenas no es barato. El coste neto por hogar de la televisión pública se situó en 144 euros por hogar en términos netos, frente a los 130 del año anterior. Las televisiones públicas autonómicas cuestan 110 euros por hogar, frente a los 34 de la estatal.
Otro elemento que invita a la reflexión es la falta de contención de las cadenas públicas en gastos de personal: se incrementaron un 6% en 2009 tanto en la televisión estatal como en la autonómica pese a la crisis económica.“Ya veo que las televisiones autonómicas están siendo especialmente queridas por Uteca”, dijo con ironía el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su intervención de clausura de las jornadas.
Las tesis de De Cospedal coinciden con las defendidas desde instancias como CEOE. Según un documento elaborado por la patronal el pasado mes de julio titulado Propuestas de CEOE para recuperar la confianza en la economía española, es necesario reducir las subvenciones destinadas a la prestación de determinados servicios públicos. “Han de abordarse también las pérdidas del sector público empresarial que ha crecido intensamente en las comunidades autónomas en los últimos años y de algunas empresas públicas. Un ejemplo orientativo sería el de las televisiones públicas, fuertemente endeudadas, que generan elevados déficit y que podrían ser privatizadas”, reza el texto del empresariado.
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CON LUPA, Jesús Cacho
TV privada y dinero público
“Ahora mismo el negocio de la televisión está en menos manos que nunca, cuando hay más canales que nunca”. La frase pertenece a uno de los mayores expertos del sector, para quien está claro que el negocio televisivo no está en las audiencias, sino en la publicidad, en la cuota de mercado publicitario. Como dicePaolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, “mi obligación no es entretener o educar a la gente, sino conseguir espectadores para vendérselos a los anunciantes”. Dos frases para enmarcar la situación de un sector crucial, según la clase política, para domeñar el voto, y que después de casi siete años de Gobierno socialista, después de la literatura desplegada sobre la necesidad de conceder nuevas licencias y repartir canales entre amigos varios, todo ello en aras de la libertad de expresión, faltaría más, ofrece una foto fija tan escandalosa que debería provocar, si no una movilización ciudadana, si al menos una reflexión colectiva sobre los caminos por los que transita este país. Resulta que, tras la decisión adoptada el 29 de octubre por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) aprobando la fusión Telecinco-Cuatro, y con la operación Antena3-laSexta en ciernes, los dos grandes grupos de comunicación citados se van a zampar el 83% de la tarta publicitaria global, que es donde está el meollo. El resto, los tropecientos canales de la TDT que pugnan diariamente por un átomo de audiencia, a verlas venir. A la luna de Valencia. Lo asombroso del asunto es que ambos grupos están en las manos finalistas de Silvio Berlusconi y la familiaDe Agostini. Un sector estratégico, clave para el normal desenvolvimiento de una sociedad democrática, convertido en un oligopolio en manos extranjeras.
Imposible entender la dimensión de la tropelía cometida por este Gobierno sin intentar urgente repaso de lo ocurrido en el mundo de la televisión desde la llegada de Zapatero al poder. En noviembre de 2005, el aludido puso en marcha la gran operación mediática que iba a marcar su Presidencia mediante la creación de grupo audiovisual propio, gestionado por sus amigos Roures, Contreras & Cía. A tal efecto, otorgó un nuevo canal de TV en abierto, La Sexta, cuando ya había fecha fija para el llamado “apagón analógico”. Unos meses antes y en plena desbandada veraniega (30 de julio), el Ejecutivo, violando letra y espíritu de la Ley, había autorizado la conversión de un canal de pago (Canal Plus) en otro en abierto (Cuatro), logrando así cerrar la boca del grupo mediático de Jesús Polanco. El escándalo implícito se vistió con el lenguaje falsario de las grandes ocasiones: la concesión de nuevas licencias se hacía en aras de “aumentar el pluralismo e incrementar la oferta”, porque, además, había “espectro de sobra”, y los nuevos canales cabían en un mercado publicitario que a la sazón atravesaba un boom. La vicepresidenta De la Vega, mandatada por ZP, cerró un pacto con los dueños de los grupos multimedia a base de promesas de dinero público, logrando que Alechu-Vasile (Telecinco) y Lara-Carlotti(Antena3) se tragaran sin rechistar el sapo de dos nuevos competidores, y metiendo en el mismo paquete a Unidad Editorial (Veo TV) y a Vocento (Net TV).Tutti contenti.
Pero, a lo largo de 2009, a cuenta del drástico cambio de tendencia del mercado publicitario motivado por la crisis y del nivel de endeudamiento asumido por los prohombres del sector, la situación se tornó tan dramática que el Gobierno tuvo que salir al rescate de todos, amigos y menos amigos. De pronto no había cartas para tantos jugadores, porque la tarta publicitaria no daba más de sí, y había que proponer fusiones a toda velocidad, juntar meriendas a uña de caballo. Para hacerlo posible, el Ejecutivo eliminó en febrero 2009 el tope (5%) que limitaba la participación de un mismo accionista en más de una cadena. Con el habitual desparpajo socialista a la hora de retorcer la ley, De la Vega aseguró que el nuevo Decreto venía a “avanzar en la liberalización del sector y garantizar la transparencia y el pluralismo…”. Pero ese era solo la mitad del regalo. La otra mitad llegaba en julio del mismo año: para que se fusionen con garantía, vamos prohibir la contratación de publicidad por parte de TVE (unos 500 millones de euros), de modo que ustedes puedan repartirse esa pasta en comandita. Abrir la caja de la televisión pública y repartir su contenido entre unos cuantos. Fusiones privadas con dinero público. No sin ciertas dosis de sorna, el atraco fue bautizado oficialmente como “Ley de financiación de TVE”.
Fernández de la Vega hasta las cachas
En hacer realidad este engendro se ha empleado con total dedicación la ex vicepresidenta del Gobierno, Fernández de la Vega, se supone que gratia et amore, ahora premiada con un puesto vitalicio en el Consejo de Estado. El resultado del escándalo tiene cifras frescas: solo en los nueve primeros meses de este año Telecinco ha facturado más de 622 millones de euros, un llamativo 45,2% por encima del mismo periodo de 2009, mientras Antena3 ingresó 570, con incremento del 15%. Se entienden los elogios encendidos de AlechuEchevarría, presidente de Telecino, a De la Vega caya vez que asistía a un acto público con la vice. “Estamos muy contentos por las cosas que el Gobierno está haciendo por nosotros”, dijo el citado, presidente de la patronal Uteca, en ocasión reciente. Parodiando la frase de la desdichada Jeanne Manon Philipon camino del patíbulo, cabría decir aquello de ¡Oh Democracia, cuántos abusos se cometen en tu nombre!
El proceso culminó hace unos días con la CNC -ahora integrada en exclusiva por consejeros del PSOE- rubricando la fusión entre Telecinco y Cuatro. Ambas cadenas convivirán por separado bajo el control único de Mediaset, el holdingBerlusconi. El acuerdo plantea que la italiana comprará Cuatro y el 22% de Digital+ a Prisa, a cambio de 500 millones de euros en efectivo y el 18,3% de Telecinco. Como Telefónica no ha tenido más remedio que hacerse cargo de otro 22% de Digital+, que para eso -un roto y un descosido- está el gigante que preside Alierta, tito Berlusconi ha ideado una jugada meravigliosa: “tú pones la pasta, César, que de eso vas sobrao, y yo me encargo de la gestión, que en España no sabéis hacer televisión de pago”. De modo que hemos acabado con la TV de pago y, además, hemos entregado la tele en abierto a los gentiluomitransalpinos. La operación era vital para la supervivencia de Prisa. Han bastado 9 días para que Pérez Rubalcaba, hombre fuerte del nuevo Gobierno e íntimo deCebrián -buen amigo de Vasile también-, acabara de un plumazo con los casi ocho meses de dudas de Luis Berenguer, presidente de la CNC, que ha tenido que soportar presiones sin cuento de De la Vega, además de tener que recibir al citado Vasile y al propio hijo de Berlusconi, ahora cuasi residente en Madrid. Nada ha podido contra Rubalcaba. Nada, tampoco, ZP contra Paolo, a quien se ha querido cepillar por culpa de unos comentarios despectivos pronunciados en 2004. No lo ha permitido Berlusconi. La venganza ha consistido en no recibirlo en Moncloa desde entonces.
El creciente poder italiano en España
Y al caer está el anuncio de fusión entre Antena3 y laSexta (con la mexicana Televisa presionando para poner en valor su 40%), y con más motivo aun que el anterior: María Teresa se ha empleado a fondo tratando de evitar la quiebra del Grupo Planeta de José Manuel Lara (espléndido el esfuerzo desplegado por su embajador plenipotenciario en Madrid), y no vamos a dejar en la estacada a los amigos del Presidente, con Roures a la cabeza. El cuadro que se adivina tras el desvergonzado intervencionismo gubernamental en un sector estratégico como el de los medios no puede ser más preocupante en términos de calidad democrática. Dos grandes grupos privados controlando el 83% de la tarta publicitaria; dos ejecutivos italianos -Maurizio Carlotti en Antena 3 y el omnipresente Vasile en Telecinco) decidiendo qué es lo que tienen que ver los españoles en TV cada día, y un practico oligopolio a dos bandas en manos de accionistas extranjeros. Los italianos controlan buena parte de la energía (Enel) y gran parte de los medios de comunicación españoles. Y sin reciprocidad ninguna, que ahí está Telefónica, por ejemplo, empantanada con Telecomn Italia, para demostrarlo. En la sombra, aliados tan poderosos como Fainé (Caixa), Rato(Caja Madrid) y Pérez (ACS), unidos todos por la argamasa de Borja Prado(presidente de Enel y del italiano Mediobanca en España).
Queda una TVE cada día más abocada al declive, regida de facto por un Consejo cuyo control se arroga Miguel Angel Sacaluga, hombre del apparatchiksocialista que apadrinan José Blanco y De la Vega, porque el poder no está en manos del venerable Oliart. Los rectores de la cosa, además, han decidido que la tele pública no compita con los canales privados en los grandes eventos deportivos, seguramente porque en Moncloa han decidido darle la puntilla. Y quedan las televisiones autonómicas, endeudadas hasta las cejas, y multitud de pequeños negocios y negocietes digitales que, a base de las migajas publicitarias que dejan los grandes, malviven en espera de algún despistado con pasta que aparezca de la nada dispuesto a comprar, pues que nadie ve tales canales porque a nadie interesan. Y bien ¿qué dice la izquierda del espectáculo a grandes rasgos aquí descrito? ¿Qué, los señores de la ceja, esa progresía patria del mundo del arte afincada en la subvención? Todos callan cual muerto, en espera del próximo reparto. ¡Porca miseria!