PRIMERA SEMANA DE DICIEMBRE.
Que es algo así como advertir que se acercan esas fechas en las que todo el mundo se llena la agenda de comidas y cenas, de despedidas y regalos, de reencuentros familiares, de ausencias, de alegría si hay niños, de nostalgia si no los hay...
Bueno, para nosotros sigue siendo una semana plena de actividad. Hay que multiplicarse porque se asoma el año nuevo con vientos de cambio. No sólo tenemos citas electorales importantes (autonómicas vascas y gallegas y europeas) sino que hay que seguir creciendo y consolidando el proyecto político por toda España. Abrimos sedes nuevas, organizamos nuevos comités electorales locales, seguimos sumando adhesiones de afiliados y simpatizantes, seguimos visitando universidades y colegios mayores, participando en debates con los jóvenes, cargando y recargando las pilas de la regeneración y la ilusión por el compromiso político. Y todo ello mientras la gente se sigue acercando a nosotros para recordarnos/agradecernos que somos un proyecto necesario.
A veces siento un poco de vértigo, por qué negarlo. Estuve hace quince días en Asturias y ya sabéis como se desarrolló todo: expectativa, ilusión, respuesta social, interés colectivo... Lo mismo en la Universidad de Oviedo que en el Ateneo Jovellanos de Vigo. Que en la calle, cuando nos paraban; o en el hotel; o con los periodistas, fuera ya de lo que es su tarea profesional: "Hacéis falta"; "Gracias por lo que estáis haciendo"; "Seguid adelante"; "Los jóvenes están con vosotros"; "Menos mal que formasteis el partido"; "Ya era hora de que alguien se atreviera a decir la verdad...". Es mucha nuestra responsabilidad, la expectativa que tiene la gente respecto de lo que representamos. Es por tanto necesario que seamos muy exigentes con nosotros mismos, que no bajemos la guardia, que seamos rigurosos, fieles a los principios que nos movieron a nacer. Que no olvidemos nunca que el partido es sólo un instrumento para hacer política, que no es un fin en sí mismo. Que estamos expuestos ante todos los ciudadanos, nos hayan votado, nos vayan a votar o no. No debemos olvidar que hemos de dar respuesta a millones de ciudadanos, a todos los que ven en nosotros una respuesta a sus preocupaciones y anhelos, a todos los que necesitan de la política y están hartos de ver como los partidos tradicionales sólo se ocupan de lo suyo, de mantener el establishmen, de no cambiar nada de aquello que les puede hacer peligrar su estatus.
Hemos roto muchos tabúes y hemos de seguir haciéndolo. Nuestra tarea requiere un gran esfuerzo de pedagogía democrática. No podemos ganar muchas votaciones en el Congreso de los Diputados: pero podemos hacer un ejercicio de responsabilidad y argumentación de todas nuestras posiciones. Podemos y debemos denunciar la hipocresía, la vacuidad, la ausencia de proyectos y de alternativas. Poner negro sobre blanco lo que la gente piensa. Elevar a categoría política la reflexión que se hacen millones de ciudadanos españoles: sobre la economía, sobre la sanidad, sobre la educación, sobre la competitividad de las empresas, sobre la precariedad y la baja calidad del empleo... Debemos seguir adelante con todas nuestras propuestas, explicar a los ciudadanos que la batalla por la reforma de la Constitución es una batalla por el cumplimiento de aquellos principios constitucionales que no son negociables porque regulan derechos fundamentales, de esos que son intocables en cualquier constitución democrática del mundo: la igualdad, la cohesión, la libertad, la justicia... Y debemos seguir defendiendo sin ningún tipo de complejos que en España hay territorios que disfrutan de privilegios; porque es un privilegio tener un sistema fiscal que no es homologable al conjunto del Estado: lo que no todos pueden disfrutar no será nunca un derecho, siempre será un privilegio para aquel que lo disfruta. Y no ha de darnos miedo el cálculo a corto plazo: no estamos en esto para ganar votos sino para sumar ciudadanos que estén dispuestos a cambiar la política. Por eso hay que explicar siempre que no tenemos prisa, que nuestra causa es a medio plazo, que las revoluciones no sangrientas son siempre lentas; y que la nuestra lo es. Tendremos paciencia; tanta como constancia. Y no nos rendiremos jamás.
Por eso, porque estamos en esto, la semana --sin Pleno parlamentario --se presenta completa. Desde el mismo lunes que se inició con la reunión del Consejo de Dirección, seguida de la reunión del equipo que prepara la semana parlamentaria. El martes Junta de Portavoces (ni la portavoz ni el suplente pueden venir, así que iré yo); viaje a Murcia (conferencia en la Universidad); miércoles, entrega de la insignia de Oro por parte de los Regantes de Murcia; el jueves por la mañana, Universidad Autónoma en Madrid; el jueves tarde/noche, conferencia e inauguración de sede en Barcelona. Y el sábado, celebración en Bilbao del Treinta Aniversario de la Constitución. Completo, ¿eh? Bueno, pues así ha de ser si queremos responder a la demanda de los ciudadanos, si queremos ganarnos ante ellos la confianza que han depositado en nosotros.
Hay una reflexión de Elias Canetti que me gusta mucho: tiene que ver con aprovechar cualquier oportunidad. Así es como este partido de gente sencilla, altruista y optimista está ante la vida: sin parar de moverse, como el tigre.
"Cuando uno sabe cuan falso es todo, cuando está en situación de medir las dimensiones de lo falso, entonces, sólo entonces, la obstinación es lo mejor: el incesante ir y venir del tigre a lo largo de los barrotes de la jaula para no perderse el único, insignificante momento que pueda salvarle". E.Canetti.
--
Publicado por VRedondoF para ROSA DIEZ el 12/02/2008 12:25:00 PM