¿ ES LUKOIL UN MACGUFFIN?.
El Partido Popular anunció al finalizar el debate del pasado jueves que iban a solicitar la creación una Comisión de Investigación que aclarara el papel que ha jugado y está jugando el Gobierno en el "rescate" de Sacyr, en la entrada de la misma Sacyr en Repsol y en las negociaciones --o lo que sea-- que se llevan a cabo en relación con la posible --o no-- entrada de Lukoil en el capital de la empresa energética española.
El Presidente Rodríguez Zapatero --que se burló durante todo el rato de las peticiones de clarificación que le hacía Rajoy-- le espetó eso de que :"no hay caso". No se sabe muy bien a día de hoy si no hay caso porque el Gobierno ha lanzado el señuelo con la empresa rusa Lukoil como cortina de humo para sacar después de la chistera al verdadero comprador (la empresa francesa Total), o porque, como es previsible, no va a haber caso porque el PSOE y sus socios se opondrán a la creación de esa Comisión.
Que hay algo que huele raro en el tema Repsol es más que evidente. Que el ICO avalara la compra de acciones de Sacyr en su día y que hoy la deje tirada, no deja de ser una cosa que merece una explicación. Que la empresa rusa esté a punto --ya veremos en que queda-- de subrogarse el crédito del Santander a favor de Sacyr y quedarse con las acciones de esa empresa a un precio más que el doble de lo que hoy valen las acciones en poder de los pequeños accionistas de Repsol, bien vale una explicación. Máxime cuando el Santander (particularmente su presidente, el Sr. Botín) se ha convertido en el Banco de cabecera del Presidente del Gobierno; el banco que cita en cualquier ocasión, hasta cuando ha de replicar a la evidencia de que en España hayamos pasado de comprar empresas extranjeras a que vengan otros del exterior a comprar las nuestras: el Santander sigue comprando fuera, dice el Presidente. Como si con eso fuera suficiente; como si la capitalización del Santander y su expansión exterior fuera un ejemplo homologable al conjunto de empresas españolas. Hay que ver lo que da de sí, lo que le subyuga y motiva la amistad con el banquero...
Dice hoy mismo El País en uno de sus editoriales que lo de Lukoil lleva el mismo mal camino que lo de Endesa, que el Gobierno está cometiendo los mismos errores. Incluso solicita que se clarifiquen todos estos temas que acabo de apuntar, si bien añade que mejor que se haga sin necesidad de una Comisión de Investigación. Yo no sé si una comisión de investigación ayudaría a clarificar la situación y a que todos conociéramos las implicaciones gubernamentales en este affaire, lo que sí que tengo claro es que sin esa comisión no se aclarará nada. La política propagandística del Gobierno se superpondrá a la verdad --como tantas y tantas veces-- y toda la chapuza le saldrá gratis al Ejecutivo, aunque al conjunto de ciudadanos--particularmente a los pequeños accionistas de la empresa energética española-- y a la credibilidad de nuestro país le pueda salir muy caro.
Hay demasiadas cosas oscuras en toda esta historia, demasiados intereses, demasiadas "apuestas" personales. Me inquieta que saliera ya hace días el Ministro del Interior diciendo que él prefiere a Total. ¿Por qué dice eso Alfredo Pérez Rubalcaba? Nadie estaba hablando de la operación con la francesa --bueno, casi nadie, aquí algo dijimos en su momento-- cuando el Ministro más cauto del Gobierno se suelta con ese titular. Alfredo Pérez Rubalcaba no da ni una sola puntada sin hilo; si él lo dice, por algo será. ¿Será de veras tan maquiavélica toda la operación? ¿De veras lo de la empresa rusa es una operación para que nos pudiera pasar desapercibida que el precio de la silla, el :"te daré todo lo que me pidas" que Zapatero le espetó a Sarkozy, se llama Total?
Ya veremos. Mientras tanto seguimos a la cabeza del paro en Europa, muy por encima de la media. Y el Banco de España alerta sobre los peligros de una recesión con el país gravemente endeudado. Letal, dice el Banco que sería para nosotros. Y nuestras exportaciones, a pesar de la bajada del euro, siguen en las mínimas: el tercer trimestre crecieron al 1,5% anual, muy por debajo de hace un año (8,2%). Los problemas de la competitividad española se reflejan en estas cifras, sobre todo si, como digo, se tiene en cuenta que la depreciación del euro tendría que haber favorecido las exportaciones. Añadamos a esto que las importaciones presentan también cifras negativas (-1,1% interanual en el tercer trimestre), y que la inversión se mueve en tasas negativas desde el segundo trimestre. Pero estos datos no parecen preocupar al Presidente: el Santander sigue comprando fuera. Botín, a salvo.
Bueno, pues así estamos. Dentro de nada volverá al Presidente al Congreso a solicitarnos que convalidemos el nuevo Decreto Ley que aprobó el Consejo de Ministros ayer. Y volverá a soltarnos un mitin en búsqueda de titulares. Y los conseguirá. Y antes de que el decreto ley comience a desarrollarse, se presentará con nuevas medidas. Volubilidad, improvisación, insolvencia, falta de rigor.... Todo eso y más. Y lo que es más grave: falta de respeto al Parlamento. Sí, porque gobernar por decreto Ley para implementar en España las medidas de rescate financiero que se han acordado a nivel de todas las economías europeas, puede tener sentido; aunque luego el Gobierno tardara un mes en desarrollarlos para hacerlos operativos. Pero gobernar por decreto ley para hacer obras de infraestructuras es una total falta de respeto al órgano en el que reside la soberanía popular. Claro que si es la consecuencia de que vayamos a aprobar unos Presupuestos Generales del Estado que el propio Gobierno considera superados por los acontecimientos. Ya lo dijo Rodríguez Zapatero el jueves: se aprobarán tal y como salieron del Gobierno "independientemente de las previsiones económicas". Esa forma de gobernar es también la consecuencia de una concepción de la política en la que se confunde el Comité Federal con el Parlamento, el partido con el gobierno.
En fin, que todo va mal pero la propaganda sigue funcionando. ¿Hasta cuando?
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Publicado por VRedondoF para ROSA DIEZ el 12/02/2008 12:24:00 PM