NOTA DE VRedondof :
Leo a Federico Quevedo , casi todo lo que publica , aunque publico lo minimo.
El proceso es :
leo ... y cuando valoro si lo publico o no ... casi siempre lo desecho por NO DEJARME CONVENCIDO de su valia.
Publico este articulo , sobre todo por lo bien que refleja LA ESTRATEGIA DEL GOBIERNO DE ZAPATERO de "marear perdices" despistar a la gente , y aquello de "yo no he sido a mi que me resgistren".
Es de "JUZGADO DE GUARDIA" ( de los de los buenos tiempos , no de los de ahora) que con la que esta cayendo , esten con las jilipolleces que estan , evidentemente es para "DESPISTAR AL PERSONAL".
Cuando eramos pequeños mi pandilla tenia un juego TONTO que no me acuerdo como se llamaba.
Se trataba de que 3 o 4 chavales nos pusieramos detras de un "PENITENTE" , el no podia vernos ... UNO le dabamos una "OSTIA" en la cabeza ( pero un buen OSTION) y a continuacion nos poniamos a imitar el vuelo de una mosca con el pulgar diciendo "ZUUUUUUUUUUUU" , en plan "DESPISTE Y DISIMULE" , el que recibia la OSTIA tenia que adivinar quien se la habia dado.
El "tonto de turno" estaba recibiendo OSTIAS hasta que lo adivinaba , y cuando acertaba se cambiaba de PENITENTE.
Mira que eramos brutos ......
Mira que a que jugabamos .....
Nota Final : tengo que seguir pensando en este "jueguecito" ... probablemente en mi pandilla del barrio habia algun "SADICO" ... tengo que intentar recordar quien promovia el "jueguecito".
Sor De la Vega y el Padre Zapatero
@Federico Quevedo - 10/05/2008
Es un clamor social. Los sondeos de opinión coinciden en situarlo como el primero de los problemas que afectan a los españoles. Millones de personas salen a diario a la calle reclamando soluciones... ¡Ah! No. Perdonen. ¿Qué, habían pensado que se trataba de la crisis económica? No, hombre, no. Me refiero a la laicidad. No hay reunión de vecinos, tertulia de bareto o timba de cartas en la que no se trate el tema. Es lo único que, de verdad, interesa a los ciudadanos de este país. Hace un siglo se colgaba a los curas y se quemaban las iglesias. Ahora, como estos 'rojos' de visa oro y Chanel 5 son un poco –sólo un poco- más civilizados, les atizan a los curas con la Ley de Laicidad. El otro día salió Sor De la Vega, madre superiora de la Orden de la Laicidad, de la que es Padre Prior Rodríguez Zapatero, a explicárnoslo, y los hermanos de la orden ya nos han dicho que de lo que se trata es de que, a partir de ahora, sea el Estado el que eduque las conciencias de nuestros jóvenes. Es decir, una versión edulcorada, pero igualmente peligrosa, de la ficción orweliana llevada a la práctica por este Gobierno populista-laicista.
Les voy a ser sincero, yo creo en el laicismo –a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César-, y a mí me parece muy bien que la Iglesia Católica se autofinancie y, si me apuran, en condiciones normales soy totalmente partidario de que la religión se saque de las escuelas públicas y su enseñanza se circunscriba al ámbito de los colegios privados y, por supuesto, del entorno parroquial y familiar. Es más, les diré que si se trata de defender determinadas prerrogativas de los curas que considero obsoletas, conmigo que no cuenten para salir a la calle a manifestarme, sobre todo porque luego no me defienden cuando resulta que quiero objetar para evitar que mis hijos estudien el catecismo socialista, y todo por no contrariar a las autoridades que son las que ponen dinero para sus colegios concertados. La hipocresía es una cosa que llevo muy mal en general, pero mucho más si se trata de quienes supuestamente van por ahí dando lecciones de moral. Pero esta no es una situación normal, esta es una situación extremadamente peligrosa, porque lo que está haciendo este Gobierno radical es sustituir unas creencias por otras, una religión por otra, una fe por otra fe.
Estos tios que tanto despotrican de la Iglesia y que tanto la acusan de intolerante, resulta que son los peores censores, los mayores inquisidores, los más terribles dictadores de la moral socialista. Si no compartes su ideología de género, te excolmulgan socialmente y te convierten en un proscrito, y eso porque no pueden quemarte en una hoguera, que si no lo harían. Sor De la Vega es como Torquemada, y al Padre Prior Zapatero le podríamos llamar Rodríguez el Inquisidor. Lo peor de todo es que, encima, tienen la sensibilidad sobre los derechos humanos en el culo, con perdón. ¿Pues no va y dice la madre superiora de la Orden que las mujeres vieron peligrar su derecho a la intimidad en las clínicas abortistas? Pero de los derechos de los seres humanos más débiles e indefensos, es decir, de los bebés que todavía se encontraban dentro del seno materno y que fueron descuartizados en esas clínicas, de esos derechos no se ocupa este Gobierno, ¿verdad? Claro, los fetos no votan. Al Gobierno de Sor De la Vega y del Padre Zapatero no le importa autorizar el asesinato de niños y de enfermos terminales o incapacitados porque no acuden a las urnas.
Esta va a ser la legislatura de la religión oficial, de la imposición dictatorial de una moral perversa y obscena: esa que situa la igualdad por encima de la libertad y que prima el valor de la muerte frente a la vida. Esta va a ser la legislatura del aborto, de la eutanasia y de la merma definitiva de los derechos y las libertades individuales en beneficio de unos valores colectivos de factura más que dudosa y, sobre todo, peligrosa. Para ello no dudarán en desprestigiar a la Iglesia, intentarán cortarle sus fuentes de financiación y en ese empeño cuentan con aliados poderosos -¿han visto los anuncios de La Secta llamando a los contribuyentes a la rebelión fiscal contra los obispos?-, y sin embargo no se dan cuenta de que muy difícilmente el Estado podría asumir la labor social que hace la Iglesia Católica y que no lleva a cabo ninguna otra confesión. Pero para dañar a la Iglesia, su voluntad es la de primar a otras confesiones, algunas tan increiblemente nocivas para nuestra sociedad y tan contrarias a los derechos humanos y a esos valores de igualdad que se supone defiende este Gobierno, como el Islam. Los primeros compases de esta legislatura son demoledores, y lo peor está por venir.