POR QUE 2010 SERA TODAVIA PEOR QUE 2009
Ha llegado la hora de pagar la fiesta de la década prodigiosa, porque la casa ya no sirve más copas si antes no se paga la factura pendiente.
Todo el mundo está de acuerdo en que la bonanza española de los años 1997 a 2007 se sustentó en el dinero procedente del exterior. Desde el comienzo del siglo hasta el fatídico agosto de 2007, las familias y las empresas se endeudaron muy por encima de sus posibilidades. La cajas de ahorro nacionales acudían a los mercados internacionales a tomar dinero prestado para, a su vez, prestarlo a empresas inmobiliarias y a familias que, hipoteca mediante, querían comprar una o más casas.
Cuando llegó el colapso financiero mundial, las empresas y familias no pudieron devolver sus créditos excesivos, y solo a duras penas consiguieron renovarlos.
En lugar de proceder al ajuste más o menos drástico de esa situación, de forma que bancos, cajas e hipotecados reconocieran las pérdidas del precio de la casas hipotecadas, el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero además de un generoso plan de subvenciones al paro (con una prestación media próxima a los 900 euros mensuales, cercanos a los ingresos de los “mileuristas” con trabajo,y con donaciones de 420 euros para quienes no tuvieran derecho al paro) procedió a repartir dinero para evitar al electorado el mal trago de apretarse el cinturón:devolución de 400 euros a los contribuyentes, millonarios planes de inversión para los ayuntamientos, subvenciones a la compra de coches, subvención reiterada al consumo eléctrico…
Esas decisiones, además de paliar la sensación de crisis entre la ciudadanía, crearon en poco tiempo una gigantesca deuda pública, de forma que la bonanza anterior financiada por el endeudamiento privado fué sustituída por un pasar cuasi decente (dadas las circunstancias) a costa del endeudamiento público.
En España se sigue viviendo bien, dentro de lo que cabe, pero la base del bienestar son las deudas crecientes. Solo para este año el Gobierno quiere aumentar su deuda neta en 80.000 millones de eurazos, a sumar a los 550 mil millones ya debidos. El problema es que al mercado internacional ya no le convence la idea de pagar las deudas con nuevas deudas y está a punto de cerrar el grifo.
O sea que en este 2010, si el Gobierno hace lo que debe el apretón del cinturón será más fuerte, porque todos los recursos generados se dedicaran a pagar deudas (privadas y públicas)… Y si no lo hace, la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la UE) impondrá a España las mismas condiciones que a Grecia: bajar el sueldo a todos los funcionarios, vender empresas públicas, suprimir ayudas. En fin, que cada día que se retrasan las medidas la situación empeora y la corrección será más dura.
En los próximos 14 y 15 de febrero el Consejo de Ministros de la eurozona se reunirá para examinar el programa del gobierno de Grecia para reducir su déficit público. Al que le interese lo que puede pasarle a España que esté atento a la pantalla.