Diez ideas para que España pueda salir de la crisis
VALOR AÑADIDO - S. McCoy 22/02/10
-----Me ha mandado un lector un documento escrito de su puño y letra de esos que están llamados a circular de forma profusa por la Red, dada la sensatez que hace de los problemas actuales de la economía española y el claro decálogo de soluciones que propone para su corrección. Me van a permitir que me haga eco del mismo de forma extractada (sobre todo en su parte descriptiva inicial), salvaguardando la identidad de su autor, pues así me lo ha pedido. Ya saben que en Valor Añadido lo importante no es el continente sino el contenido y poco importa que la paternidad del mismo sea deMcCoy o de cualquier otro capaz de aportar nuevos puntos de vista y suscitar un debate correcto alrededor de los mismos. Como ocurre hoy. Buena semana a todos.
Una idea para sacar a España de la crisis. 17 de febrero de 2010.
Identificación de los problemas esenciales.
Primero: Exceso de deuda del sistema. Deuda neta externa sobre PIB del 75% (la mayor de la OCDE) y deuda bruta sobre PIB del 370% que se desglosa en 75% bancos y cajas, 85% familias, 60% Administración Pública y 140% empresas no financieras. Históricamente, crisis provocadas por en exceso de endeudamiento provocan la reducción del mismo entre un 10% y un 25%. Estamos hablando, en el caso de España, de una caída entre el 37% y el 92,5% del PIB. El impacto negativo sobre consumo, inversión y velocidad de circulación del dinero de un proceso de este tipo es enorme. El estado se convierte en el único agente económico con margen de maniobra… mientras el mercado no dude de su solvencia, como ha quedado demostrado.
Segundo. Ausencia de mecanismos correctores tradicionales en nuestro país como consecuencia del carácter global de la crisis, su falta de competitividad y la pertenencia al euro. Así, uno, existen enormes dudas sobre la evolución futura de la demanda mundial (que ha estado muy subvencionada por programas extraordinarios de gasto público y tipos de interés excesivamente laxos); dos, la cara estructura productiva española, gestada a lo largo de la última década, periodo en el que el diferencial de precios con Alemania se disparó un 30%, le perjudica a la hora de posicionarse en el comercio internacional; tres, es evidente la falta de especialización productiva en tecnología bienes de valor añadido y las lagunas formativas de una parte sustancial de la población que condicionan futuras mejoras de la productividad; y cuatro, existe una manifiesta imposibilidad de realizar, como alternativa, una devaluación competitiva de la divisa.
Diez medidas ineludibles a adoptar por España.
Primero. Medidas a corto plazo, encaminadas fundamentalmente a reducir el diferencial de competitividad español, actuando sobre el precio de sus productos y servicios, que es la única parte de tal spread sobre el que cabe actuar de forma inmediata, y a mejorar la eficacia de la acción pública y el equilibrio de sus cuentas.
a.- Implantación exhaustiva de la Directiva de Servicios diseñada por la UE. Establecimiento inmediato de medidas de recuperación del mercado único, fijación de mecanismos de control a la fijación de precios, fomento de los canales de venta directos, libertad de instalación y horario.
b.- Nuevo modelo energético, que permita reducir una factura que supone el 50% de la menor competitividad acumulada por nuestro país en los últimos diez años. Reducción de la dependencia (nucleares), apuesta tecnológica por las renovables que permitan reducir su coste/subvención, impulso al transporte ferroviario, concienciación sobre formas de ahorro y uso eficiente.
c.- Reforma laboral con objeto de romper la rigidez del mercado de trabajo. Flexibilidad no implica facilidad de despido y contratación sino arbitrar mecanismos para que se conserven la mayor cantidad posible de puestos de trabajo bajo cualquier circunstancia económica. Evitar la prociclicidad del despido mediante la unificación de costes y el establecimiento de modelos similares al austríaco que permite ir dotando progresivamente tal contingencia.
d.- Reforma Tributaria. Simplificación y menor presión fiscal a ciudadanos y empresas. Rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social y lucha contra el fraude. Subida del IVA como alternativa recaudatoria.
e.- Plan de austeridad de todas la Administraciones. Ajuste en la cantidad y en la remuneración del funcionariado y recorte de gastos redundantes y duplicidades organizativas.
Segundo. Medidas a largo plazo que persiguen dotar estructuralmente a nuestra economía del grado de especialización y productividad suficientes como para competir en el plano internacional con garantías y no repetir los errores del pasado.
f.- Aumento de cantidad y calidad de inversiones en I+D+i.
g.- Reforma educativa que busque mejorar el nivel de formación, reducir la tasa de abandono escolar, reforzar la formación profesional y sobre todo, adecuar el perfil académico de la población estudiantil a las necesidades futuras de las empresas en función, de nuevo, del modelo de crecimiento que queremos como país (generación de alto valor añadido).
h.- Reforma del modelo autonómico, de modo tal que se eliminen las barreras lingüísticas o administrativas que limitan la movilidad geográfica o la libertad de establecimiento de ciudadanos y empresas.
i.- Reforma de las pensiones en una triple dirección: alargamiento de la edad de jubilación, redefinición de los años de cotización para el cómputo de la pensión máxima; apoyo fiscal a los planes privados complementarios.
j.- Reestructuración del sistema financiero. Identificación de los activos tóxicos, valoración a precios de mercado y fijación de un plan para su eliminación progresiva de los balances de las entidades financieras. Desaparición de aquellas instituciones inviables. Bonificación del crédito destinado a iniciativas dirigidas al cambio de modelo productivo de España.