Moncloa aplaude con ganas. Se libraría del pepero al que más temen y terminarían, aunque no por la vía elegida, con su obsesión: FG. Cuando cumpla tres años al frente del FMI, Rato tendrá derecho a una pensión vitalicia de 1 millón de dólares anuales. Con esa pensión, incluso podría pensar en la Presidencia de Caja Madrid. El reingreso directo en política sólo en el caso de que Rajoy se estrelle y las bases le aclamen
El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, cumplirá en otoño tres años al frente del organismo, es decir, el tiempo mínimo que necesitaría para poder acceder a una pensión vitalicia, la que le otorga el 90% de su salario de por vida. Traducido: un millón de dólares al año. Y lo más gracioso es que si la opción Rato no sale adelante, volverá la opción Emilio Botín.
Aunque la divisa norteamericana esté por los suelos, un millón de dólares continúa siendo una cantidad respetable. Pues bien, con ese salario , don Rodrigo puede plantearse incluso la vuelta a la escena política, donde se cobra más bien poco, o incluso la presidencia de Caja Madrid, donde también se cobra poco, pero donde cuenta con una Esperanza Aguirre a la que se le ha metido entre ceja y ceja desbancar a Miguel Blesa.
Eso sí, Rato sólo entraría en política en el caso de que Mariano Rajoy se estrellara en las próximas generales (la última encuesta, La Vanguardia, daba al PSOE seis puntos de ventaja sobre el PP).
Entre todas esas posibilidades, ahora mismo, la que más ilusiona al director gerente del FMI es la presidencia del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Él fue quien nombró a FG presidente de Argentaria y quien “españolizó” el BBVA. Ahora bien, por normativa interna, tendría que estar dos años de consejero antes de acceder a la presidencia. Dos años es lo que siempre ha solicitado el propio FG en los posibles matrimonios que ha gestionado para poderse marchar con la cabeza bien alta. Por ejemplo, en el caso HSBC.
Además, la opción de Rato como presidente del BBVA emociona en Moncloa. Si hay un personaje al que Zapatero tenga miedo a enfrentarse, ese es don Rodrigo Rato. Por último, un peso pesado como Rato, representaría el afianzamiento del bipartidismo bancario español entre Santander y BBVA.
Por cierto, Emilio Botín nunca ha renunciado a hacerse con el banco con sede en Bilbao. Ahora está muy ocupado con ABN, pero en la aventura holandesa pintan bastos. La presencia de Rato al frente del banco vasco supondría una barrera difícil de traspasar, a pesar de que las relaciones entre las familias Rato y Botín han sido más que buenas en el pasado: han sido fructíferas