"En España necesitamos dos empleados públicos para hacer lo mismo que en otros países de la zona euro hace uno solo". Enrique Suárez
Quizá sea uno de los enigmas que explica nuestra miserable realidad, recientemente he visto una estadística de la evolución del empleo público de los países de la zona euro y me ha llamado poderosamente la atención que nuestro país sea en el que más ha crecido el número de empleados públicos entre 1980 y 2006, pero como desde entonces todavía ha seguido creciendo (medio millón más de empleados públicos entre 2006 y 2012), mientras que en el resto de países de la zona euro ha disminuido gracias a la incorporación de la tecnología y la mejora de las condiciones organizativas, actualmente en España tenemos la mayor sobrecarga de empleados de administraciones públicas por trabajador de toda la zona euro.
Para una población laboral de 17.417.300 trabajadores en España en el segundo trimestre de 2012, tenemos en España 3.190.000 empleados públicos, lo que quiere decir que de todos los trabajadores españoles un 18,31 % son empleados públicos, esto no ocurre en ningún país europeo de la zona euro
Otra cuestión importante para denunciar la insoportable situación que vivimos en España en relación al sostenimiento del empleo público, es que, casualmente, mientras en este país el paro no ha dejado de crecer desde el año 2004, pasando de 1,8 millones de desempleados cuando llegó Zapatero al Gobierno hasta los 5,7 millones de desempleados actuales, lo que supone 3,9 millones de parados en la cuenta de los gobiernos del PSOE, resulta que con el empleo público ha ocurrido exactamente lo contrario, pasando de 2,8 millones a 3,2 millones actuales (400.000 nuevos empleos públicos), de lo que se deduce que durante los gobiernos del PSOE se han creado un puesto de empleo público, por diez puestos de trabajo que se han destruido. No tiene ningún sentido, si se ha reducido la actividad económica, si hemos estado en recesión, si hay más paro, no es normal que crezca el empleo público, mientras todo lo demás disminuye. Cabría preguntarse entonces, ¿para qué crezca el empleo público tiene que reducirse la economía, el empleo general y la calidad de vida de los españoles?, ¿quién quiere acabar con todo?.
Durante los años 1980-2006 en la Alemania reunificada se pasó de 3.929.000 empleados públicos a 4.148.000 empleados públicos (+ 219.000, un 5,6 % más), pero en España se pasó de 1.117.000 empleados públicos en 1980 a 2.728.000 en 2006 ( + 1.611.000, un 244 % más). Mientras Alemania tenía en 2006 una tasa de empleados públicos de 4,1 por cien habitantes, España tenía en la misma fecha una tasa de empleados públicos de 6,8 por cien habitantes, y desde entonces todavía ha crecido casi un 20 % más.
En la misma proporción de crecimiento del empleo público en los países de la zona euro, (la media es 131 % entre los años 1980-2006) España no tendría que tener más de 1,6 millones de empleados públicos; como actualmente tiene 3.2 millones de empleados públicos, se deduce que:
EN ESPAÑA NECESITAMOS DOS EMPLEADOS PÚBLICOS PARA HACER LO MISMO QUE EN OTROS PAÍSES DE LA ZONA EURO HACE UNO SOLO.
En un reciente análisis sobre el coste medio de los empleados públicos realizado en las empresas públicas de la Comunidad Valenciana, se llegó a la conclusión de que 12.000 empleados públicos le costaban a esta comunidad 2.500 millones de euros al año, lo que quiere decir que cada empleado público sale por una media de 20.800 euros al año de sueldos, a lo que se debe añadir algo más por gastos que ocasiona al Estado con su trabajo; un empleado público cuesta de media, no menos de 25.000 euros al año a los españoles.
Si en España tenemos 1,6 millones más de los empleados públicos que necesitamos, se puede deducir que estamos gastando cada año 40.000 millones de euros que no tenemos (la mitad de nuestro déficit público) para mantener en su puesto a todos los colocaos de los partidos políticos que nos han dejado la administración pública como si fuera un pesebre con pastorcitos. A lo que se debe añadir la ineficiencia e ineficacia, las cosas que tendrán que hacer todos los apesebrados para que su puesto de trabajo se considere necesario, desde colocar lazitos negros en las ventanas de las instituciones públicas en tiempo de su trabajo, hasta todas las manifestaciones del mundo organizadas por los sindicatos UGT y CCOO, y los partidos de la izquierda y la derecha, para mostrarle al pueblo que quieren acabar con todo, sin desestimar las campañas nacionalistas en comunidades segregacionistas, pagadas con sueldo todos los meses a los gordillos vascos y catalanes.
Si este país fuera normal, que no lo es, alguien tendría que hacer una purga de los empleados públicos innecesarios que tenemos en España (se estima en 1,6 millones, que nos cuestan 40.000 millones de euros), pero nadie lo hará, porque entre todos los partidos políticos (lo que venímos denominando LA CASTA), tienen colocados a sus hijos, hermanos, nietos, primos, parientes cercanos y lejanos, amigos, afines y la madre que los parió a todos en este régimen tirano y despótico que hace de la corrupción, el nepotismo y la opresión a los demás, su enseña particular. Y el lazito negro de bandera...
Para la próxima manifestación de los desesperados que cobran todos los meses del erario público, les recomiendo a los farsantes Toxo y Méndez que saquen una gran pancarta en la que se lea en letras de molde rojas: HEMOS ACABADO CON TODO, ESPERAMOS QUE NOS DISCULPÉIS ALGÚN DÍA y si quieren que le pongan también un lazito negro para identificarse como parásitos a costa de todos los españoles.
Enrique Suárez
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