@Carlos Sánchez - 07/09/2009 06:00h
La recesión pasa de largo en el sector público. Los últimos datos que obran en poder de la Agencia Tributaria indican que la masa salarial en el sector público creció en 2008 nada menos que un 9,5%. O lo que es lo mismo, aumentó el año pasado el triple que en el sector privado: un 3,1%. Muy por encima, en cualquier caso, de lo que crecieron los precios el año pasado: un 4,1% en términos de medial anual o un 1,4% si se tiene en cuenta el IPC acumulado (entre enero y diciembre).
Ese 9,5% que aumentó la masa salarial de los empleados públicos es el más alto de la década, y lo que es todavía más relevante, supone que, por primera vez en muchos años, creció más en el sector público que en el privado. El incremento, incluso, multiplica por dos lo que subieron las retribuciones totales de los consejeros de las empresas, un 4,6%.
Los datos de la Agencia Tributaria no significan que el sueldo de cada uno de los empleados públicos –de todas las administraciones- haya subido ese 9,5%, sino que el gasto total destinado a pagar las nóminas ha crecido a esos niveles, básicamente por el aumento de las plantillas. Esto explica que la tasa de aumento de la masa salarial no haya dejado de crecer desde 2004: un 6,2% ese año, un 7,2% en 2005 y un 7,9% en 2006. En 2007, la subida fue del 8,3%, más del doble de lo que subieron los precios, y más de un punto por debajo de lo que ha crecido en 2008.
La información que proporciona la Agencia Tributaria es la más precisa para conocer realmente cuánto sube el gasto en salarios de los empleados públicos, toda vez que es la que se tiene en cuenta a la hora de las retenciones del trabajo. Y según esos datos, el conjunto de la masa salarial del país ascendió el año pasado a 365.082 millones de euros, de los que 85.800 millones corresponden al sector público. Es decir, que tantola Administración central como los ayuntamientos y las comunidades autónomas tuvieron el año pasado un gasto adicional respecto del año anterior de 7.439 millones de euros, equivalentes a siete décimas del Producto Interior Bruto (PIB).