Calculan que cada año, se derrochan 30.000 millones de Euros en obras absurdas, inútiles y proyectos que se encarecen desde la cifra inicial planeada hasta cifras astronómicas que tendrán que pagar los ciudadanos con sus impuestos.
Repaso algunos de los despilfarros que recoge el “Libro Negro” este año con la esperanza de que alguna vez cunda el ejemplo y se funde una asociación en España para hacer lo mismo. Propongo, desde ya, darle el nombre de “Enciclopedia Negra”, porque presumo que “Libro” se nos va a quedar corto.
Uniklinik Düsseldorf: Costó 170 millones de Euros, mucho más de lo planeado, pero lo peor es que lleva 3 años construida…y cerrada por reformas. Quirófanos nuevos han sido reconstruidos porque, al durar las obras 10 años, los planes técnicos originales se han quedado anticuados para las necesidades de la medicina moderna.
Duisburg, nadie quiere decir cuánto cuesta la ampliación del Museo de Duisburg, pero se calcula que los “duisburger” van a responder con su dinero por lo menos hasta 52 millones de Euros, a dividir por contribuyente.
München: para el saneamiento del Deutsches Theater se planearon 79 millones, ya van 94…y las obras siguen.
Berlín: la sede del espionaje (BND). Un país aficionado al espionaje de contar con una sede a su altura (hay otros 35 servicios de información repartidos por todas las administraciones alemanas).
La sede del BND, que se está construyendo desde 2005 en Berlín iba a costar 720 millones de Euros. Ya va por más de 910 y el Bund der Steruerzahler calcula que va a costar unos 1.500 millones de Euros.
Verden: en Baja Sajonia, piedra portuguesa para el agua.
La plaza les esta saliendo cara a los “verdianos”. Unas obras interminables que han duplicado ya el coste original hasta los 2 millones y medio. Ya estaba casi terminada, pero los baldosines que habían puesto no cumplía con la mínima calidad. Han tenido que levantarlas todas y van a poner granito portugués. Lástima que no se enteraran antes en Porriño.
Seelze: un carril para bicicletas que termina en cruce imposible. Nadie lo usa porque no lleva a ninguna parte. Hay decenas de ejemplos de pasos de bicicletas, peatones, pasarelas, puentes, que no llevan a ningún lado por toda la geografía alemana. Debe haber un duende por ahí que hace olvidar que un puente o una calle debe tener una conexión al principio y otra al final.
El afán por conservar y proteger, tan loable por regla general, ha llevado a las autoridades a gastarse 320.000 Euros en conservar un trozo de puente de la antigua autovía porque según la ley de protección alemana data de los orígenes de las autovías alemanas.
Hay otros casos, como por ejemplo, un paso construido para que los animales puedan atravesar una carretera. Los animales no lo usan, excepto los murciélados.
El Bund der Steuerzahler hace un repaso también a las subvenciones que conceden las instituciones y ha encontrado algunas curiosas: por ejemplo, a una empresa para investigar la manzana roja, otra para la zanahoria colorada.
Y aquí otros casos extraños
Señales de tráfico absurdas y con colores no autorizados.
Un puente levadizo que se levantaba con monedas (por 50 céntimos podías jugar a verlo izarse y bajarse). Produjo accidentes el primer día y se cerró la máquina tragaperras.
En 1,5 kms, 50 señales distintas
No nos olvidemos que los despropósitos de otros años, la Filarmónica de Hamburgo, el Aeropuerto de Berlín, etc…siguen derrochando el dinero de los contribuyentes y siguen sin funcionar.
Esto también es Alemania.