NOTA DE VRedondoF:
Cada día damos un paso mas al abismo.
Sobran los comentarios , no obstante hay va uno.
¿Como se les ha quedado el cuerpo ...?
A que no lo sabían ... y a que no se lo imaginaban...
Pues así es , mis fuentes son muy fidedignas ( soy de Ponferrada y ellos de León y las referencias son a través de varias personas allegadas y de muchos años ... y Aznar fue Presidente de Castilla y León...
Yo cuando salio elegido lo único que dije fue ..
¡¡¡ DIOS NOS COJA CONFESADOS !!!
En este momento el Ibex cae un 5 y pico por ciento, un rumor irracional ha provocado la estrepitosa caída. El Presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, sale al paso diciendo que el rumor que ha provocado la caída es “una locura” porque España no necesita los 280 mil millones para salvar sus obligaciones financieras. Seguro que es una locura.
De hecho estamos en una secuencia de, por lo menos, dos locuras: tan irracional es la caída de esta tarde, como la inanidad frente a la crisis. Cuando Grecia no acaba de resolver sus problemas, incluso con las ayudas financieras de la UE y del FMI, reaccionar afirmando campanudamente que España no es Grecia y quedarse tan tranquilo, es tan irracional como asegurar que España necesita 280 mil millones.
No se sabe cuando volverá la racionalidad a la Bolsa y a los mercados financieros, pero sin duda no lo hará hasta que el Gobierno no tome medidas de más calado que el ridículo (¿irracional?) ahorro de 16 millones de euros decreto en el último Consejo de Ministros cuando la deduda del estado supera los 543 mil millones de euros.
España no es Grecia, ya lo sabemos. Su deuda pública es poco más la mitad del PIB, frente a más del doble de la deuda griega. Pero la deuda español no es sólo pública: entre familias y empresas la factura a pagar en el futuro es también del doble del PIB; osea que entre los agentes públicos y privados deben más del doble de la riqueza que se crea cada año.
Para pagar esos disparates hay que apretarse el cinturón. Nadie quiere hacerlo. Zapatero y Rajoy forcejean para que sea el otro quien cargue con la factura electoral de anunciar que estamos en el fondo del pozo. Lo que los dos saben bien es que el primero que cante la gallina pagará los platos rotos. La sociedad entera (no solo los sindicatos) no quiere que le digan la verdad de que debe producir mas ganando lo mismo, o que, si produce lo mismo, debe cobrar menos. Y como no quiere oirlo matará políticamente al portador de tan negras noticias y tan cruda realidad. Como los mercados no se presentan a las elecciones no tienen inconveniente en dar la voz de alarma.
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