CON LUPA
Cebrián contra Zapatero
@Jesús Cacho - 30/08/2009
Ni
Dos años después, Prisa sigue lastrada por una deuda de más de 5.000 millones de euros
Por partes. Dos años después de que en el verano de 2007 se hiciera evidente la presencia del gran tsunami financiero que iba a arrasar la economía mundial, Prisa sigue lastrada por una deuda de más de 5.000 millones de euros imposible de pagar con la generación de cash flow del negocio. Superado por la importancia del envite, el académico de la lengua no ha arreglado ninguno de los problemas de fondo del grupo, seguramente porque no sabe cómo hacerlo, y porque, en la mejor tradición de su dorado pasado reciente, está convencido de que los bancos acreedores no tendrán cojones para ejecutar llegado el momento, y tendrán que comerse el marrón de grado o por fuerza. Lo suyo es darle hilo a la cometa y ganar tiempo en espera de un milagro. Como la mayor parte de nuestro sistema financiero, por cierto, empeñado en seguir maquillando su realidad contable. Como Zapatero, también, un experto en improvisar y vivir al día. Tuvo, sí, el golpe de talento para reconocer (“es que la gente no piensa”, que dice el gran trujamán Cortés), que no tenía más remedio que pactar con sus enemigos de Mediapro, los nuevos amigos del Poder, que se habían hecho con el control del fútbol televisado, si quería evitar la muerte súbita. El acuerdo puso de nuevo en valor a Digital Plus, la plataforma con la que Cebrián quiso sacarle a Alierta más de 3.000 millones para reducir a la mitad aquella deuda.
Dispuesto a tragar la bilis que fuera menester y después de señalar a Javier Díez Polanco como culpable del desastre, el señorito decidió pisar el acelerador a fondo planteando la fusión entre Sogecable (
En previsión de este y otros aconteceres de similar porte, el señorito, laburando en una solución alternativa, creía tener prácticamente cerrado un acuerdo en paralelo con Vivendi y Telefónica para la venta de Digital Plus. Ambas tomaban un 40% (a razón del 20% cada una) de la plataforma de Prisa, aunque “a un precio casi de derribo”, en opinión de la banca de negocios, “desde luego muy inferior a los manejados por Cebrián”. En el grupo de medios se dijo que el acuerdo sería aprobado en el último consejo de Telefónica de julio. No ha sido así, y nadie sabe qué ocurrirá en Septiembre. Con su ejército desplegado de esta guisa, Cebrián mantenía emboscada a la caballería, ocupada, con el capitán de Dragones Rubalcaba a la cabeza, en mantener a raya al Ejecutivo para que de ningún modo se lo ocurriera aprobar en pleno ferragosto
El anuncio del Consejo de Ministros del 13 de agosto, “por vía de urgencia”, cayó como un terremoto en el grupo
El anuncio del Consejo de Ministros del 13 de agosto, “por vía de urgencia”, cayó como un terremoto en Prisa. La decisión de Zapatero convierte en un previsible buen negocio la cadena Gol TV de Roures & Cía, mientras resta dramáticamente valor a Digital Plus. Hay oferta de sobra de fútbol televisado para la temporada ayer iniciada, entre otras cosas porque Mediapro ha vendido el espectáculo a todo aquel que ha querido comprarlo, cableras incluidas. El resultado es que Prisa pierde de golpe lo ganado tras el acuerdo del 4 de junio con la productora catalana sobre los derechos televisivos de
Ítem más, el prócer viene a decir que la calidad de la democracia española es similar a la que cursa en “los predios de la actual Venezuela y países semejantes”, aunque no se atreve a decirlo tal cual, porque ello implicaría exhibir una falta de vergüenza inimaginable siquiera en un caradura como él, uno de los españoles que más decisivamente ha contribuido a prostituir esta pobre democracia nuestra en las últimas décadas. Lo llamativo del caso es que Cebrián tiene razón en su denuncia. La relación causa efecto entre el fracaso de la fusión entre Cuatro y La Sexta y el decreto ley de
La extrema debilidad del Gobierno
Episodio trascendente en la vida política española, que tendrá consecuencias. La afrenta a Zapatero es grave. Sencillamente, el de Prisa le ha tachado de “corrupto”, y ya se sabe que tocarle los cataplines al poder no suele salir gratis en países como “la actual Venezuela”. Solo una cosa podría salvarle, y es la extrema debilidad de un Gobierno en minoría al que se le acumulan, hasta casi enterrarlo, los problemas, y no solo económicos. El descrédito de ZP es tan grande, su soledad tan obvia, su necesidad de apoyos mediáticos tan apremiante, que es muy probable que asistamos a una gran operación de rescate, con dinero público naturalmente, de los grandes grupos de comunicación hispanos, la mayoría de ellos quebrados o en trance de estarlo. En esta línea argumental, la de Cebrián habría sido una apuesta calculada, si bien plena de riesgos.
No parece que vayan por ahí los tiros. La algarabía con la que ha intentado vender, en pleno agosto, el modesto acuerdo alcanzado con una tal Instore Broadcasting Network (IBN) habla a las claras de la angustia que hoy atenaza el futuro de Prisa. En esencia, el acuerdo se reduce a la venta de la autocartera del Grupo al banco de inversión Talos Partners, uno de cuyos negocios es precisamente IBN, sociedad que comercializa el hilo musical en tiendas de todo tipo. Con tales antecedentes, no es de extrañar que en Time Warner haya cundido la alarma, o que el propio Murdock haya acelerado el final de sus vacaciones. Solo un apunte de interés, y es que detrás de Talos y de IBN podría hallarse en mexicano Carlos Slim. Es el rumor que corre por Madrid. Esa sería la salvación de Cebrián y el final de los Polanco como editores. En otro caso, y siempre que a Zapatero no le tiemblan las canillas, el de Prisa habrá cavado su tumba con su desafío, porque, cortada la cabeza delsobrinísimo Díez Polanco, la que ahora está en el tajo, esperando el filo acerado de la guillotina, no es otra que la suya propia.