D. Martínez/ P. de Ancares
El ex presidente de Cantabria pasa unos días de vacaciones en El Bierzo con su familia, ya que su mujer, Aurora Díaz, es de la localidad ancaresa de Lumeras, en el municipio de Candín. Entre las montañas de Ancares, Revilla se ha parado a reflexionar para elaborar un documento que quiere hacer llegar a la canciller alemana Ángela Merkel. Además, con su experiencia como economista, repasa para La Crónica el pasado, presente y futuro de España. Así lo ha hecho también en su libro ‘Nadie es más que nadie’, recién publicado y que está siendo un tremendo éxito de ventas.
¿Cómo ha llegado España a esta situación?
Esto tiene unos orígenes mundiales, la crisis fue financiera en Estados Unidos. Después se extendió a Europa y se suele decir que cuanto Europa tiene gripe, España, neumonía. Aquí hemos tenido un desarrollo artificial hasta el año 2007, ficticio, con la construcción de un millón de viviendas al año y en turismo sin ninguna base. Crecíamos más que el resto de los países europeos, pero al mismo tiempo perdíamos productividad. Y cuando llegó la crisis a España le pilló con un endeudamiento de tres veces el PIB.
Y usted, como economista ¿cómo ve el panorama, donde todo lo que come España se cocina en Europa?
Nos hemos puesto en manos de Europa bajo la dictadura de Alemania, a la que le va muy bien esta situación, de momento. Porque si esto sigue así, van a tener problemas también ellos. Alemania se está financiando al 1,20% y España se está financiando al 7%. Esto es insostenible. Si estamos en un mercado con una moneda común, tendría que haber un Banco Europeo único para todos, una fiscalidad única para todos, con un endeudamiento a base del eurobono para todos. Esto del eurobono lo anuncié como imprescindible hace tres años en el club siglo XXI en Madrid, donde estaban varios ministros y estaba Botín (Emilio Botín, presidente del Banco Santander). Creo que he sido el primero en decir que la salida de Europa solo tiene este camino y que lo demás son parches que nos llevan a la destrucción de la Unión Europea. Y la primera vez que se lo he oído a Rajoy ha sido hace 15 días.
¿Qué le espera a España?
España está en una situación muy difícil, con un endeudamiento desaforado, más que el Gobierno las familias y los bancos, hay una deuda estratosférica y las medidas que se están tomando son las contrarias para salir de esta situación.
¿Qué tiene que decir entonces de los últimos recortes anunciados por el Gobierno?
Yo no suelo presumir de economista, porque creo que los economistas en este momento deberíamos estar bajo tierra. Pero yo les explicaba a mis alumnos de Economía Aplicada en la Universidad de Cantabria que la base de la Economía es la capacidad de demanda, que es la que origina la producción. Y si hay producción hay inversión y empleo. Si tu eliminas la capacidad de demanda no eliminas la recesión. Al revés, matas al enfermo. Esto es un principio de Economía fundamental, de primera página. Si en este momento le subes los impuestos a la gente, le recortas los sueldos y le eliminas capacidad de compra, no hay posibilidad alguna de eliminar un solo parado. Las medidas que se han tomado el otro día en el Congreso garantizan tres años más de recesión como mínimo y un aumento de la tasa de desempleo, porque si la gente no tiene capacidad de demanda, no se va de vacaciones, no compra coches, ropa, los hipermercados no venden. Si eliminas ahora mismo a dos millones y medio de funcionarios la paga extra de Navidad, te cargas el comercio del mes de diciembre y esto redunda en más paro. Recortarle al parado es pasar de pobre a la inanición.
La pregunta que hay que hacerse inmediatamente es ¿hay otra solución?
Por supuesto que sí. Primera: los gastos naturalmente hay que reducirlos. España es un disparate. Pero reducir el 30% de los concejales es el chocolate del loro. Eso son cuatro perras. Puestos a recortar, cárgate el Senado que vale una pasta y es inútil. Es una doble Cámara de doble lectura que no vale para nada. Fuera el Senado. Fuera las diputaciones provinciales, que para eso tienes el gobierno autonómico. Ahora las refuerzan porque tienen a mucha gente colocada ahí. Hay que cargarse tanto coche oficial, tanto guardaespaldas, tanto asesor.
¿Dónde no se debería recortar?
Los gastos no se pueden reducir en cosas fundamentales. En Educación y Sanidad es un error mayúsculo. La Sanidad es el mayor logro que se ha conseguido en España en los últimos 40 años. Vamos a una sociedad de ancianos, donde hay mucha gente sola, desvalida y que ahora tengan que esperar dos años a que los admitan en las ayudas es lamentable. Algunos se morirán y no les habrá llegado la ayuda. Eso es cruel, porque lo mínimo que puede hacer una sociedad progresista es cuidar a sus mayores, a los que han trabajado tanto por levantar esta España.
¿Y por la vía de los ingresos?
Ya no se puede tocar más a los que tienen una nómina. Ya no se puede tocar más la gasolina. Subir el IVA es cargarte el turismo, la capacidad de compra. Para el Gobierno es un impuesto facilón, porque no se escapa nadie, pero esto va a dar origen a un gran fraude porque la gente intentará escaquearse porque ya no pueden subir más los precios. Y sin embargo las grandes fortunas no se tocan. Hay muchísimo rico en España que no paga todo lo que tiene que pagar, porque tienen mil fórmulas de escaquearse. Reforzar las inspecciones de Hacienda sería un dinero bien gastado. Y por la vía de los ingresos externos que se den una vuelta por Mallorca, por Puerto Banús, puertos deportivos, aviones privados. Esa gente paga muchísimo menos de lo que tendría que pagar.
Estar estos días en El Bierzo le ha servido para meditar sobre una iniciativa importante. ¿Podría explicarla?
Sí, estos días he meditado una cosa aquí en el Bierzo. La voy a lanzar en siete u ocho días. Es una carta a la señora Ángela Merkel, que ya sé que no la va a leer ella misma. Y se la voy a mandar también a Mariano Rajoy para que la lleve a esas reuniones de Europa y se la lea. Diría así: “Señora Merkel. El pueblo alemán es un pueblo admirable en muchas facetas. Son gente muy trabajadora. Pero hay que recordarles que no es una casualidad que los alemanes en los últimos cien años hayan provocado dos guerras mundiales y hayan arrasado Europa. Y que después de todo eso se les ha perdonado la destrucción, se les ha ayudado y se les ha hecho un gran favor cuando no se les ha permitido tener ejército. Eso es un alivio económico que significa mucho dinero destinado a investigación y a desarrollo. Han perdido dos guerras y ahora quieren ganar la tercera con la economía, sin tanques. Pero cuidado, porque su economía es fruto de lo que los demás les compramos.
Señora Merkel, usted tiene una economía muy boyante, porque tiene una balanza comercial muy favorable. El 82% de lo que vende se lo compramos los europeos. Y de eso, el 16% los españoles. Eso de financiarnos al 7% y llevarnos a la ruina, a la larga puede ser también la ruina de usted, porque si los demás nos hundimos y no compramos, eso también le va a llegar a Alemania. Con esto quiero decir que no se puede estirar más de la cuerda. Que usted nos manda apretarnos el cinturón y nos lo vamos a apretar. Pero al mismo tiempo tiene que poner en marcha una cosa prevista en la Unión Europea, que funcionó muy bien en los años 70, los Fondos de Cohesión, que tienen cantidades ingentes aportadas por los gobiernos para apoyar situaciones dramáticas a países que pasan por dificultades. Es ahí donde Europa tiene que mostrar su solidaridad y echar una mano. Pero si no, señora Merkel, rompemos la baraja, porque ya no podemos más. El enfermo está en una situación que no tiene más que esperar la muerte. Con tijera, tijera y tijera no hay salida. Nosotros vamos a tomar medidas, pero ustedes tiene que ayudarnos, porque también se les ayudó a ustedes”.
¿En qué sector económico ve futuro actualmente?
En las energías renovables. Estamos bajo la dictadura del petróleo. Y eso es algo recomendable que se acabe. Dentro de 20 años los coches ya no serán de gasolina. Los coches los vamos a cargar a la luz. Tenemos una dependencia energética que nos hizo pagar el año pasado 40.000 millones por la factura de petróleo. Esto es inasumible. El 80% de dependencia energética es una barbaridad. Y ahora han suprimido las primas. Obama (Barak Obama, presidente de EEUU) decía el otro día que el crecimiento del empleo en EEUU estaba en las renovables, Inglaterra está montando 15.000 megavatios en el canal de la Mancha, en Finlandia... Y nosotros que tenemos todas las condiciones, las tecnologías y las empresas, no lo hacemos[i]. ¿Que hay que hacer recortes? De acuerdo, pero hay que poner en marcha una serie de estímulos para la economía.
¿Qué capacidad de aguante tiene la sociedad española?
En España no hay enfado, no hay indignación, hay encabronamiento. Y es que los ciudadanos ven que no hay ejemplaridad. Lo mismo desde un púlpito que desde una tribuna de oradores no hay coherencia entre lo que se predica y lo que se hace. La mayoría de los políticos serán honrados, pero hay una gran cantidad de chorizos. Y no acaba de ir a la cárcel nadie y prescriben delitos y los juicios se prolongan, nunca los ves condenados. Que tengan que pagar los españoles los desmanes de una banca que después de haber quebrado las instituciones, se van los directivos con sueldos que no los gana un minero en cien años, es escandaloso. Que Telefónica, que es un refugio de expolíticos, le haya renovado a Iñaki Urdangarin su contrato en 2,7 millones de euros al año, cuando su esposa tiene un sueldazo de La Caixa y la Casa Real les aporta dinero. Tendría que haber alguien alrededor de estas personas que les pidiera decencia, un poco de pudor, que no insulten a la gente, que no hieran al personal.
Acaba de citar a los mineros ¿Está al tanto de la actualidad del sector?
Estoy indignado con la campaña que se está haciendo desde algunos medios, que dicen que los mineros son unos privilegiados. La mina es lo más duro que existe. No hay dinero para pagarlo. Son verdaderos héroes. Mi suegro murió con 50 años de silicosis porque era minero a los 14. Decir que son unos privilegiados es un insulto. Lo mismo que Fabra (Andrea Fabra) ¿Cómo una diputada puede gritar desde una tribuna ‘¡Que se jodan!’ cuando su jefe dice que vamos a recortar a los parados? Este país necesita una pasada por la normalidad y por la ejemplaridad de la conducta de los personajes públicos, porque si no, cuando desde la tribuna digan que hay que apretarse el cinturón el corte de mangas del que lo esté oyendo es inmediato.
Remitido por Fernando Cana